Agenda cultural mundo marzo 2022

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

01 / 03 / 22

HÉLÈNE GRIMAUD Y MOZART

París, Philarmonie, 28 de marzo

Una de las pianistas que más se ha acercado a la obra concertante de Wolfgang A. Mozart actuará en la Philarmonie de Paris como solista acompañada por la Camerata Salzburg, conjunto orquestal que desde su fundación se halla especializado en la obra del prodigio nacido en la ciudad que le da nombre. No es una obra menor, precisamente, la que se ha optado por programar, sino una de las más visionarias y la preferida de Beethoven (autor, nada casualmente, de unas de las cadencias que más a menudo se interpretan). Se trata del Concierto nº20 en re menor, Kv. 466. Completado el 10 de febrero de 1785 -para ser estrenado al día siguiente- se inicia con una tonalidad melancólica, favorita del compositor, que entre otros lugares aplicará, igualmente, a su Réquiem -como por otra parte era usual. Se trata de un verdadero camino de las sombras a la luz, que culmina con furia triunfal en el tercer movimiento. Los organizadores del evento constatan, a propósito de la otra obra programada en la ocasión -para el lucimiento, entonces, de la orquesta invitada- que ocurre algo distinto con la popular Sinfonía núm. 40 en sol menor. Una obra “atormentada por un tono que su autor asoció a la muerte, sin duda, de la hija que acaba de perder”. La característica luminosidad de la obra de Mozart no deja de extrañar, en este sentido, al refulgir con una intensidad inexplicable a tenor de los avatares vitales y penurias que hubo de experimentar hasta su mismo final; y que hará que, aun habiendo sido en gran medida incomprendido -cuando no ignorado- por sus contemporáneos, el siglo XIX, en cambio, lo acoja con los brazos abiertos y lo reconozca como un verdadero precursor de una sensibilidad rica en vaivenes emocionales, bajo la presión del destino.

La otra obra que protagonizará Hélène Grimaud resulta altamente sintomática de esa nueva sensibilidad: “tan excéntricas como poéticas”, las piezas que Schumann reúne bajo el título Kreisleriana, inspiradas por el compositor ficticio que pergeña la fantasía de un adorador de Mozart -Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, compositor él mismo, que se adjudicó el nombre de aquél como homenaje- “juegan con las atmósferas contrastadas, que enriquecen con una estética muy romántica (…). Alternando tempos rápidos y lentos, las ocho piezas de la colección sugieren desequilibrio, desintegración, convulsión”. Un carácter impredecible e inspirado, que conmueve también al oyente por los afectos que brillantemente se invocan, sin dar por completo la espalda a la experiencia de lo siniestro.

EL STRAVINSKY DE ROTH

Berlín, Filarmónica, 3, 4 y 5 de marzo

François-Xavier Roth, que actuará en el Palau de la Música Catalana el día 24 del mes de marzo con un programa íntegramente dedicado a la producción de Igor Stravinsky, al frente de su orquestra Les Siècles y contando con la inestimable colaboración de la violinista Isabelle Faust para la interpretación de su Concierto para violín, ha concebido un programa igualmente potente en ocasión de su visita a la Philarmonie Berlinesa.

Como es sabido, Igor Stravinsky no sólo fue un compositor de vanguardia, sino que también se volvió hacia el pasado para incorporar y transformar el acervo de siglos anteriores, lo cual le valió en gran medida el epíteto -a veces despectivamente usado- de compositor “neoclásico”. François-Xavier Roth, director musical general de la ciudad de Colonia y que aquí dirigirá a la potente y renombrada Filarmónica de Berlín, presenta ambas facetas en el curso del presente concierto. Por un lado, podrá escucharse está el rompedor ballet Petrushka, que combina un ambiente mágico y festivo, recreando la atmosfera de una feria, con un lenguaje musical visionario. En su encantador Divertimento, por otro lado, Stravinsky parece mostrar su admiración por los ballets de Peter Tchaikovsky. Como contrapunto a todo ello, más allá de la dicotomía que presenta la creatividad de Stravinsky, se ha optado por programar asimismo el elegante Concierto para oboe en la mayor de Johann Sebastian Bach, que será interpretado por Albrecht Mayer, principal solista de la Filarmónica de Berlín. Una obra claramente barroca, en que el lenguaje de Bach incorpora la influencia de los concerti italianos… y la suya propia, al aprovechar y adaptar materiales previamente empleados en un concierto para clavicémbalo. Práctica acostumbrada en su caso, hoy en día quizá llamaría la atención a pesar del equilibrio y la elegancia alcanzados. .


EL ‘AMADÍS DE GAULA’ SEGÚN HÄNDEL

Madrid, Auditorio Nacional, 6 de marzo

Aunque se trate de una ópera poco conocida, de entre las muchas que compuso Händel, su Amadigi de Gaula presenta incuestionables puntos de interés. Comenzando por la procedencia del tema, que se inspira en la ópera Amadis de Grèce, compuesta francés André Cardinal Destouches, con un libreto de Antoine Houdar de la Motte basado a su vez en la conocida novela de caballerías, el Amadís de Gaula. Un auténtico Best seller

en su época de aparición y hasta el s. XVI, que aun sería adorado por el Quijote en el siglo siguiente -y parodiado por el mismo Cervantes, en el curso de la elaboración de su propia novela. La relevancia de la novela queda manifiesta en la ocasión en que dos de los protagonistas que supuestamente velan por la salud mental del hidalgo -el cura y el barbero- deciden realizar el expolio o auto de fe de su biblioteca, y acaban salvando de la quema tres libros de caballerías, entre las cuales el “Tirante” (Tirant lo Blanc) y el mencionado Amadís de Gaula, al considerarlo excelente. La adaptación de aquella obra para la ópera de Händel, realizada por un libretista desconocido y que vio la luz en 1715 -en la que sería su quinta ópera italiana- conocerá en el Auditorio Nacional de Madrid un reparto de lujo, con cantantes y músicos de primerísimo nivel, entre los cuales destacan la pareja de enamorados que protagonizan la acción, el contratenor Xavier Sabata (Amadigi) y la soprano Núria Rial (Oriana). Vespres d’Arnadí, dirigido por Dani Espasa, es el conjunto especializado en música antigua que se encargará de transportar al oyente a una época remota, en que las gestas y la magia conviven y se vivifican musicalmente.

UN ‘DON CARLOS’ INÉDITO

Nueva York, The Metropolitan Opera, hasta el 26 de marzo

Originalmente inspirada por el drama que Friedrich Schiller tituló Dom Karlos, Infant von Spanien, la enorme composición operística que Giuseppe Verdi concibió en 5 actos conoció diferentes versiones, a partir del libreto francés de Joseph Méry y Camille du Locle. A lo largo de veinte años se hicieron cortes y añadidos a su Don Carlos, lo que dio como resultado que una diversidad de versiones estuviera disponible para los directores.

Ninguna otra ópera de Verdi conoce tantas. La original, con su duración íntegra (incluyendo el ballet y los cortes hechos antes de la primera representación), contiene alrededor de cuatro horas de música, lo cual la convierte en la más extensa. Los responsables del principal escenario operístico de la ciudad de Nueva York realzan su programación en los términos siguientes: “Por primera vez en la historia de la compañía, el Met presenta la versión francesa original en cinco actos de la ópera épica de Verdi sobre la fatalidad de un amor imposible en el contexto de la aristocracia, con el telón de fondo de la Inquisición española”. Yannick Nézet-Séguin, excelente director, encabeza un elenco que reúne a algunas de las principales estrellas del mundo de la ópera en la actualidad: el tenor Matthew Polenzani en el papel principal (Don Carlos), la soprano Sonya Yoncheva como Élisabeth de Valois y la mezzosoprano Jamie Barton como Eboli. Eric Owens y John Relyea son Philippe II y el Gran Inquisidor, y el barítono Etienne Dupuis completa el elenco estelar principal como Rodrigue. La obra maestra de Verdi recibe una nueva y monumental puesta en escena de David McVicar, quien que alcanza la undécima producción para la ópera de Nueva York; lo cual no sólo ratifica la excelente acogida de sus escenificaciones, sino que lo ubica entre los nombres más prolíficos de la historia del Met.


‘MÁ VLAST’ Y YUJA WANG

Londres, Barbican, 15 de marzo

No es sencillo escuchar fuera de su territorio a la Filarmónica Checa, un conjunto con una tradición interpretativa enorme, acreditada por un sinfín de grabaciones y obras estrenadas a lo largo de su historia, por lo que toda ocasión que se presenta merece ser aprovechada. Tanto más si la principal pieza programada permite extraer sus mejores virtudes, a través de un lenguaje que le es familiar.

Má Vlast (“Mi patria”) es el extenso poema sinfónico que recorre en diferentes episodios algunos de los paisajes más característicos de la actual República Checa, con especial atención a las regiones de Bohemia y Moravia. Regiones conocidas por un folklore sumamente rico, que a la postre vio crecer a artistas decisivos para la historia de la cultura occidental. Aunque la descripción por medios de sonidos es siempre alusiva, a través de la sinestesia, la composición de Bédrich Smetana posee un carácter programático, de regusto épico; hasta el punto de que se ha convertido en una especie de himno oficioso, que resalta el espíritu nacional. Con todo, habida cuenta de la universalidad del lenguaje de la música, no hace falta haber nacido en Centroeuropa para emocionarse con las melodías y ritmos que incorpora. Aunque la programación de esa obra puede sonar a plato fuerte, la velada contará con la intervención de una de las pianistas más solicitadas en la actualidad. Yuja Wang es una de esas intérpretes que cuesta presentar sin acudir al refugio de los tópicos románticos, pues deslumbra por un virtuosismo difícil de explicar humanamente. No se trata sólo de técnica o exhibicionismo, pues también asombra por la clarividencia de sus lecturas. En la ocasión se enfrentará al Concierto para piano nº 1 de Serguei Rachmaninov, seguramente menos popular que los dos sucesivos, pero que requiere en el intérprete una valentía y dotes superlativas. Reto que sin duda aceptará Wang, para sobresalir y despertar la admiración del público.


EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

01 / 03 / 22

FRANCIS BACON: EL HOMBRE Y LA BESTIA

Londres, Royal Academy, hasta el 17 de abril

Muy representativo del tipo de contra-representación que despliega Francis Bacon en sus telas, manteniendo un figurativismo salvaje, suena el lema promocional: “Explore las pinturas profundas y conmovedoras de Francis Bacon, donde la línea entre humanos y animales se desdibuja constantemente, recordándonos que nuestros instintos primarios se encuentran justo debajo de la superficie”. Tampoco es casual -ni baladí, por cierto- el recordatorio que hacen los organizadores de su dura biografía. Y es que Francis Bacon fue hijo de un criador de caballos sumamente conservador, que lo echó de casa a los 16 años. La bestialidad del trato recibido convivirá, desde una tensión máximamente dramática, con su propia fascinación por los animales, que la presente muestra ilustra con un número ingente de obras. Acostumbradamente perturbadoras, no cesa sin embargo de afectar esa incomodidad que las constituye, desde la mirada exterior que se pregunta, desde la inquietud, acerca de la realidad de la cosa representada. Contra la necesidad de definir, o de ser determinado -y por tanto cosificado- se rebela el artista mediante su peculiarísimo lenguaje pictórico. Los organizadores señalan que la exposición pretende mostrar “cómo moldeó su enfoque del cuerpo humano y cómo lo distorsionó; cómo, atrapadas en los momentos más extremos de la existencia, sus figuras son apenas reconocibles como humanas o bestiales”. La influencia de su viaje a Sudáfrica es asimismo puesta de relieve: “Ya fueran chimpancés, toros, perros o aves rapaces, Bacon sintió que podía acercarse a la comprensión de la verdadera naturaleza de la humanidad observando el comportamiento desinhibido de los animales”. A la inversa, con todo, a menudo sus cuadros muestran el elemento instintivo con una furia autodestructiva, en absoluto reconciliada con la humanidad que la habilita. Como si buscando la naturalidad en el ser humano solo brotará su indómita bestialidad, libre de una represión contraproducente o, cuanto menos, amenazante. La exposición da cabida a obras de diferentes periodos, a lo largo de 50 años de carrera. Desde las primeras obras de Bacon a su última pintura, junto con un trío de obras centradas en corridas de toros, por primera vez exhibidas conjuntamente.

DEL FAUVISMO AL SURREALISMO

Bilbao, Museo Guggenheim, hasta el 22 de mayo

Las colaboraciones entre museos son habituales, en la medida que suponen un beneficio mutuo, permitiendo el intercambio temporal de obras que captan la atención de ciudadanos y turistas. Pero pocas son tan completas como la que se presenta a continuación, y que consta prácticamente como exposición itinerante en la página web de la pinacoteca de origen, vinculando estrechamente las dos entidades implicadas.

El Museo de Arte Moderno de París (MAM) ha sido invitado por el Museo Guggenheim Bilbao a exponer una selección de cerca de 70 obras maestras que a la vez ilustran la historia de la colección del MAM. Una colección creada en torno a los movimientos de vanguardia nacidos en París durante las primeras décadas del siglo XX, y que fue incorporando algunos de los principales nombres, así como otros quizá menos conocidos para el gran público, pero no menos decisivos. La colección del museo parisino refleja la importancia que sus promotores dieron desde el inicio a las mujeres artistas. Así, la selección incluye obras de Suzanne Valadon, Natalia Gontcharova, Maria Blanchard y Claude Cahun. En el Guggenheim de Bilbao podrá descubrirse una muestra organizada cronológicamente, en tres etapas, desde principios del siglo XX hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una selección de obras meditada, que ofrece un panorama de los principales movimientos artísticos de la época. Como indica el título de la exposición, los visitantes descubrirán de entrada creaciones representativas de los principales protagonistas del fauvismo (André Derain, Maurice de Vlaminck, Emile Othon Friesz) y del cubismo (Robert Delaunay, Georges Braque, Albert Gleizes, Natalia Gontcharova, Juan Gris, Fernand Léger), estilos que transformaron para siempre la concepción naturalista de la realidad, con un trastoque formal que redunda en la representación del contenido más tradicional, como son las naturalezas muertas o los paisajes. En la segunda sección puede descubrirse una generación de artistas de todo el mundo que, atraídos por la efervescencia artística parisina, dieron origen en el período de entreguerras a la noción de "Escuela de París" (Marc Chagall, Chana Orloff, Chaïm Soutine, Ossip Zadkine, Jules Pascin, Amadeo Modigliani, Maria Blanchard, Kees van Dongen, Léonard Foujita). Por último, como no podía ser de otro modo, la tercera sección se centra en el movimiento conocido como Surrealismo, y acogido por artistas que pueden sernos familiares, como Dalí o Buñuel, artífices de Un perro andaluz. Cinco años antes de su colaboración cinematográfica más célebre, en 1924, el poeta André Breton había ya sentado la base teórica de esta forma o técnica artística que permite la plasmación de lo inconsciente. Esta será la primera gran muestra en España de la colección del Musée d’Art Moderne de Paris, coincidiendo con el 25 aniversario del Museo Guggenheim de Bilbao.

EL GUSTO FRANCÉS

Madrid, Fundación Mapfre, hasta el 8 de mayo

Resultado de un proyecto de investigación que la comisaria de la exposición, Amaya Alzaga, ha organizado de manera razonada la muestra titulada El gusto francés y su presencia en España (siglos XVII-XIX) supone una inmersión en las diferentes vías que hicieron posible la inserción de la sensibilidad artística del país vecino.

El arte “oficial” y diferentes formas de artesanía se dan cita en una exposición que enseña hasta qué punto aquellas creaciones vehiculan y articulan una manera de concebir la representación de la belleza y de habitar los espacios. Desde la Fundación Mapfre explican: “Un proyecto transversal como es El gusto francés, que abarca un período histórico tan extenso, no puede ser comprendido sin su contexto histórico. En este sentido, la muestra aborda también aspectos que hacen visible dicha evolución, como las relaciones diplomáticas, la historia del coleccionismo o la construcción de las identidades nacionales”. Se reúnen en la exposición casi 80 obras entre pinturas, dibujos y esculturas, además de más de treinta piezas de artes decorativas, junto a objetos de uso cotidiano. Como decíamos, recalcan los organizadores que se trata de un proyecto “resultado de una profunda labor de investigación, que ha permitido sacar a la luz obras que hasta ahora se daban por desaparecidas, realizar nuevas atribuciones y restaurar un buen número de las piezas presentadas”. Para la presente exposición se ha contado con el apoyo de instituciones como la Biblioteca Nacional de España, el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional Thyssen Bornemisza o -menos conocido, seguramente- el Museo del Romanticismo, entre otros. Sin olvidar la colaboración de algunos coleccionistas, que se han ofrecido a prestar obras que por primera vez pueden disfrutarse en una muestra pública.

HISTORIA DE PROUST

París, Musée Carnavalet, hasta el 10 de abril

El museo Carnavalet, centrado en la historia de la ciudad de París, se adentra en el mundo de Marcel Proust. Escritor que nació y murió en París, y cuya vida -explican los organizadores- “transcurre en el corazón de un espacio muy restringido, un cuadrilátero que va del Parc Monceau a la place de la Concorde, del Concorde a Auteuil, de Auteuil al Bois de Boulogne y el Étoile. Sin duda, la influencia

de la capital francesa fue determinante en la vocación literaria de Marcel Proust, “desde sus primeros textos a finales de la década de 1890 con sus compañeros del Lycée Condorcet, hasta sus inicios en la alta sociedad parisina y el encuentro de personalidades decisivas”. Su descubrimiento y participación en los círculos artísticos y sociales, las amistades y los amores que allí nacieron fortalecieron la personalidad del escritor y lo llevaron a la revelación de su pasión por la escritura. La exposición, que puede visitarse hasta el 10 de abril, ofrece una cartografía fundamental para recomponer el cosmos que se reencuentra en los volúmenes de su políptico literario, À la recherche du temps perdu. La exposición cuenta con diferentes secciones, que permiten al visitante entrar en la intimidad de su hogar o identificar aquellas otras referencias inventadas por el novelista, y que en ningún modo cabe hallar tal cual en la ciudad de su época. “La ciudad de París, poetizada por la ficción, es el escenario de la búsqueda del narrador, doble del autor, hasta la revelación definitiva de su vocación de escritor”. Los materiales que se muestran para facilitar la inmersión en su universo son de diferente índole, sumando unas 280 obras. Entre ellas cabe hallar pinturas, esculturas, obra gráfica, fotografías, maquetas arquitectónicas, complementos e indumentaria, así como manuscritos y documentos de archivo, procedentes de colecciones públicas y privadas, francesas y extranjeras. Todas ellas colaboran inestimablemente en la evocación del universo parisino de Marcel Proust, oscilando entre la realidad y la recreación ficticia. Desde una perspectiva audiovisual, numerosos extractos de películas de archivo, adaptaciones cinematográficas y grabaciones sonoras vinculadas a la Recherche habilitan una introducción sensorial a la novela y al mundo proustiano.

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