JORDI HERRERUELA
Director del Cruïlla
El Festival Cruïlla ha cerrado la edición de 2022 con la cifra de 72.000 espectadores, que han asistido durante cuatro días a una cincuentena de conciertos. "No queremos ser los más grandes, sino los mejores", subraya su director, Jordi Herreruela, que ha llevado a cabo un festival marcado por la buena calidad del cartel artístico y donde se agradece que no haya una excesiva masificación y todo funcione como un reloj gracias a la buena organización y un uso muy intensivo de la tecnología. En el año de vuelta a la plena normalidad después de la pandemia, el Cruïlla ha destacado, sin embargo, por haber conseguido con creces el gran objetivo que se había fijado: hacer un festival en el que nadie haya podido dejar de bailar en todo momento gracias a conciertos que dejan huella, como el de Juan Luís Guerra o Rubén Blades. Duran Duran, Buhos, Els Catarres, Rigoberta Bandini, Rozalén, Tanxungueiras, Joan Dausá, Delafé y Las Flores Azules y Queralt Lahoz son otros nombres destacados que ha tenido esta edición de 2022.
Herreruela define al Cruïlla como un lugar de encuentro y como un festival arraigado en Barcelona, para el público local y que tiene como misión reflejar la identidad de la ciudad. "Vivimos en medio de un tsunami cultural doble: el anglosajón y el asiático. Y Europa debe protegerse, impulsando políticas públicas de apoyo a sus identidades. Queremos ser un festival que realmente refleje la ciudad, una ciudad que por muy cosmopolita que sea también tiene una cultura propia", ha explicado el promotor en una entrevista publicada en The New Barcelona Post.
