Agenda cultural septiembre Barcelona 2018

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 09 / 18 

MASEGO

Plaça dels Àngels - 22 de septiembre

Son muchos los artistas y conciertos interesantes en el Festival BAM (Barcelona Acció Musical) dentro de los eventos de las festividades de la Mercè, entre los cuales destacan grupos con la carrera y nombre de Mercury Rev. Sin embargo, optamos por recomendar el concierto de Masego, artista nacido en Jamaica e instalado en Estados Unidos, que se dio a conocer en las redes inicialmente con su verdadero nombre, Micah Davis (Masego significa “bendición” en tswana). Su manera de mezclar música house con saxo y teclados por afición y movido por pretensiones más bien curiosas (parece ser, que para impresionar a una chica) sin embargo llamó la atención de algunos productores, y el resultado es un disco Loose Thoughts (2016) que, junto a sus temas posteriores, acumula millones de escuchas.

Definir su propuesta en términos musicales no es sencillo, en la medida que fusiona estilos de la forma más desacomplejada, promoviendo ritmos y melodías pegadizas, que suenan como una excelente banda sonora de cualquier ciudad cosmopolita, entre ellas Barcelona. El artista define el estilo de su música echando mano de la combinatoria, como trap house jazz. Las etiquetas orientan, pero en suma se confirman limitadas. El producto final es siempre único, y en este caso de lo más atractivo. Masego se atreve hasta con un tema de los Beatles… Mejor es escucharlo aquí

OMER KLEIN TRIO

Jamboree, 12 de septiembre

El Omer Klein Trio debe su nombre al pianista, puntal del conjunto, que ha recibido diversos galardones. Junto a Haggai Cohen Milo en el contrabajo y Amir Bresler, batería, ofrecerá en la sala Jamboree un concierto de jazz contemporáneo, abierto a las tendencias más actuales, sin renunciar a la creación de líneas melódicas.

Omer Klein ha colaborado con John Zorn, pero no se ha de esperar de su propuesta un desafío constante, ni demasiado exigente de cara al oyente. Más que llevar al extremo las posibilidades sonoras de sus instrumentos (hasta una expresión que cuestiona cualquier tipo de expresión) algo que el free jazz ha explotado a través de impredecibles vericuetos, el discurso se despliega de forma más pausada, sugestiva; desde células a priori asumibles, que ganan complejidad y a su vez deparan gratas sorpresas al oyente. Si por “jazz” entendemos libertad, improvisación, apertura de miras y por supuesto una cierta manera de entonar y articular el discurso… la propuesta del Omer Klein Trio satisfará. Los organizadores explican, en este sentido: “Klein ha hecho su debut discográfico con el gigante Warner Music con Sleepwalker, un disco cautivador, con dosis de energía y lirismo a la vez; muestra fehaciente de la mejor tradición contemporánea del arte del trío de piano jazz”.

Gustavo Dudamel

Palau de la Música, 18 y 19 de septiembre

Doble cita en el Palau de la Música, para comenzar fuerte la temporada, con la presencia de Gustavo Dudamel al frente de la Mahler Chamber Orchestra y unos programas sumamente apetecibles, que incluyen sinfonías de alto voltaje en las dos fechas.

El 18 de septiembre es el día dedicado a dos cuartas: la de Schubert, llamada “Trágica” por sus acentos eventualmente lúgubres -pero, sobre todo, por la sensación de destino que la impregna- y, en la segunda parte, la última de cuantas sinfonías compuso Johannes Brahms, una imponente construcción orquestal, que cuenta con pasajes tan vibrantes como el movimiento final, que integra en el espíritu romántico un modo compositivo barroco como el pasacalle. Al día siguiente, el 19 de septiembre, se podrá escuchar la Tercera sinfonía de Schubert, sin duda más ligera y celebrativa, desde sus compases iniciales, así como una de las piezas sinfonías más populares de Gustav Mahler, con la que aquella se empareja a la perfección: la Cuarta sinfonía es una especie de periplo por la naturaleza, inducido desde el comienzo por el sonido del postillón, que finaliza con la angelical voz de la soprano, en esta ocasión Golda Schultz. La cantidad de registros y humores que acumula, pasajes rítmicos o extáticos, hacen de esta sinfonía una obra característica del genio mahleriano a la par que muy disfrutable por el gran público. Sin duda, la visita de Dudamel supone, nuevamente, una fantástica oportunidad para disfrutar con interpretaciones de altura.

La Quinta de Mahler

L'Auditori, 28, 29 y 30 de septiembre

La temporada musical de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) se abre en el Auditori con una de las sinfonías que han dejado una huella más decisiva en la historia de la cultura occidental,

con permiso de Beethoven, como es la Quinta sinfonía en do sostenido menor de Gustav Mahler, que a la postre fue empleada como banda sonora de la Muerte en Venecia de Lucchino Visconti. El mundo que construye es una confluencia de sonoridades y tradiciones, articuladas en cinco movimientos apasionantes, desde la declamación inicial de la trompeta, que dará paso a una marcha, hasta el final exultante que explota lo mejor del numeroso plantel, pasando por supuesto por un Adagietto extático, aquel pasaje que hace vacilar el horizonte en un marco de suprema belleza. El director titular de la OBC, Kazushi Ono, es especialista en este tipo de piezas sinfónicas, obras de magnitudes prácticamente insuperadas, que ponen en juego recursos y registros variados del conjunto orquestal, desde una variedad de elementos de percusión a fanfarrias de metales, sin obviar la textura y precisión requerida de las secciones de cuerdas o las intervenciones reminiscentes de las maderas. En la primera parte, a modo de introducción, se podrá disfrutar asimismo de una composición sinfónica de Robert Schumann -la Pieza de concierto para 4 trompas y orquesta, op. 86- que no lleva el nombre de sinfonía por el protagonismo de los instrumentos convocados y la libertad de los movimientos que la componen, estando caracterizada por una plenitud sonora de metales que se reencontrará en la composición de Mahler.

Nakany Kanté: Naka

La Mercè, 21 de septiembre

Noche dedicada a la música africana, música prolífica y muy influyente en tantos artistas de éxito internacional, que aquí se celebra con tres fantásticos conciertos. Los artistas invitados en ocasión de las fiestas de la Mercè han actuado en los principales escenarios, y cuentan con una carrera acreditada.

El caso más evidente posiblemente sea el de la Orquesta Baobab, cuya actuación en el londinense Barbican recomendamos hace unos meses. Un conjunto que en uno de sus discos más logrados se reivindicaba con un punto de ironía como “especialista en todos los estilos”, y que -sin margen para la duda, y todavía con buen humor- garantiza la diversión de los asistentes al evento. Complicado no dejarse llevar por los ritmos y la animosidad del conjunto, al que habrá precedido la guineana Nakany Kanté (22h). Artista actualmente instalada en Barcelona, su disco Naka fue considerado por la revista Mondo sonoro como el mejor disco nacional de 2016 dentro de la categoría World Music. Para cerrar la velada, ya de madrugada, actuará Seun Kuti (1.30 h), hijo de Fela Kuti, quien hubo de cubrir el vacío dejado por aquél tras su fallecimiento, y seguir al frente de la banda Egypt 80, “manteniéndose fiel -explican los organizadores- a les consignas sociales y políticas de un artista comprometido, que havia mezclada los sonidos yoruba con el jazz i el funk”.

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 09 / 18

Saul Leiter, In Search of Beauty

Foto Colectania, hasta el 21 de octubre

El título de la exposición de Saul Leiter, In Search of Beauty, es tan comprensible como equívoco, si entendido en un sentido llano. Pues no ha buscado el experimentado fotógrafo, a lo largo de décadas, la belleza prototípica, sino que la crea con su propia mirada. Su manera de componer la imagen evidencia esa búsqueda, siendo la creatividad inherente a un modo de proceder en esencia inconformista. Desde Foto Colectania, responsables de esta fantástica exposición, explican que “su lenguaje fotográfico es el de la abstracción: comprime la dinámica espacial, obstruye las líneas de visión y renuncia a una perspectiva centrada”. Incluso los títulos de las instantáneas señalan un detalle clave, un elemento a priori menor, que sin embargo dota de magia a la totalidad de lo representado.

En la exposición del MNAC, una de las más importantes del año, se reúne una buena muestra de los lienzos que protagoniza Gala, cuadros tan conocidos -verdaderos iconos, representativos de su particular surrealismo- como el Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944), convertidos en estampas de poderosa significación, que pone el énfasis en la fantasía inescrutable de la psique. Apreciamos en otros de cuadros los que protagoniza guiños un tanto irreverentes a la tradición clásica, como aquel titulado La Madona de Portlligat. Gala es la mujer, la compañera de viaje que, lejos de cualquier disposición pasiva, participa activamente de la obra de aquél. Ella, que inicialmente fue pareja del poeta surrealista Paul Éluard, y conoció a artistas tan decisivos para la historia del arte contemporáneo como Max Ernst, se convierte de algún modo en coprotagonista -o cuanto menos cómplice necesaria- de esos sugerentes desvaríos, que han granjeado a Dalí la inmortalidad artística. La exposición aporta documentación que permite contextualizar la ascendencia de Gala entre algunos de los principales intelectuales de la época, ubicándose en una posición comparable a la de las Lou-Andréas Salomé o Alma Mahler.

Turbulencias

Caixaforum Barcelona, hasta el 21 de octubre

La función del arte contemporáneo dista de ser meramente estética, o mejor dicho cosmética, si por ello entendemos una manera agradable de reafirmarnos en el mundo circundante. Los organizadores de la muestra en el Caixaforum

que han escogido para el título de la exposición el término “Turbulencias”, lo dejan bien claro, al afirmar -a modo de definición- que “una turbulencia provoca sacudidas y transmite inquietud. Es un movimiento brusco que nos consigue despertar la conciencia y agudizar los sentidos ante lo que nos rodea”. Las obras de los artistas son disímiles en formato y generacionalmente, pero coinciden en suscitar preguntas y provocar el quiebro en algunas de las certezas y prejuicios que todos acumulamos. Proceden de un fondo que en los últimos treinta años viene reuniendo obras de los artistas más inquietos y creativos de nuestro tiempo, y que promueven una reflexión crítica, enfocada en la comprensión y mejora del mundo en que vivimos.

La cocina de Picasso

Museu Picasso, hasta el 30 de septiembre

Último mes para disfrutar de la exposición “La cocina de Picasso”, una exposición en que se explota artísticamente la sinestesia -en la colaboración de los sentidos vista/gusto- para suscitar en el espectador experiencias estéticas de alto calibre.

Como se sabe, uno de los temas más característicos de la obra de Picasso es la comida. Más allá de la tradición de bodegones, en que se representan viandas exóticas o productos de la tierra más próxima, en la obra de Picasso los alimentos y su preparación para el consumo tiene un papel relevante, que incorpora y trasciende el carácter decorativo, o la plasmación de una abundancia empleada también como memento mori (por ejemplo, en el Cesto de fruta de Caravaggio, con la presencia de insectos que se alimentan del alimento). La experimentación inherente a la técnica pictórica de Picasso exhibe con una luz nueva algunos productos, o instrumentos de cocina, sumamente familiares, lo cual permite tomar conciencia del delicioso y delicado artificio que es inherente al arte culinario. No en vano -advierten los organizadores- en su página informativa, que “la muestra cuenta con la colaboración excepcional de Ferran Adrià, que establecerá un diálogo entre el proceso creativo de Picasso y la creación culinaria contemporánea”.

Robots. Los humanos y las máquinas

Cosmocaixa, hasta el 31 de enero de 2019

La robótica, la programación de ingenios artificiales para realizar tareas propias de humanos, no es una realidad futura, quimérica, ni un tipo de condena que conduzca forzosamente a algunas de las visiones distópicas concebidas en el pasado, desde Metropolis a Westworld, pasando obviamente por Blade Runner.

Como enseña la exposición en el Cosmocaixa, se trata de una realidad presente, inserida en nuestras vidas de formas a veces inconscientes y que ciertamente se proyecta en el futuro, abriendo un sinfín de posibilidades. Ya no sólo el hacer la vida más fácil, o confortable, sino el desempeñar tareas de un modo más eficiente y previsible. Pues, al fin y al cabo, a las máquinas se las determina para actuar en ausencia de emociones y condicionantes externos (dejando de lado el sorprendente caso de Hal 2000, el ordenador de a bordo de la estación espacial de 2001. Una odisea en el espacio, cuyas tendencias homicidas parecen reposar en un bug, un error en el sistema que provoca el patológico sentimiento de incomprensión y falta de apreciación de sus cualidades). En cualquier caso, la perfección a la que se aspira con la creación de autómatas -para trabajos tan diversos como la limpieza o la cirugía- no implica, sin embargo, la ausencia completa de dilemas morales, como se ha planteado a raíz de los coches autodirigidos, en caso de colisión. Al visitante de la exposición se le plantean una serie de preguntas fundamentales acerca de la relación entre humanos y robots, acerca de la posible colaboración, confluencia y hasta confusión entre ambos, como han ilustrado algunas obras de arte de los últimos siglos.

¿Por qué? Carme Solé Vendrell

Palau Robert, hasta el 24 de septiembre

La trayectoria de Carme Solé Vendrell como ilustradora de publicaciones infantiles cumple 50 años, a lo largo de los cuales asimismo ha dado muestras de su calidad humana, a través de su defensa de los derechos de los niños.

En el Palau Robert, hasta el 24 de septiembre, pueden admirarse algunos de los cientos de volúmenes -el total alcanza 800, según precisa la web- que ha ilustrado, así como otros trabajos en soportes distintos, siempre con el protagonismo de los niños. La fachada del Palau Robert muestra una serie de rostros, así como una pregunta hiriente y necesaria, que plantea lo incomprensible del maltrato infantil: ¿por qué? Además de su compromiso con la infancia, Carme Solé Vendrell ha ilustrado textos de autores de la altura de Mercè Rodoreda, Salvador Espriu, Pere Calders, Miquel Martí i Pol, o Gabriel García Márquez.

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