Barcelona se prepara para brillar con el espectáculo inaugural de la Copa del América

Barcelona acoge la Copa del América con la voluntad de marcar un antes y un después en la regata y fijar su sello en la competición más antigua del mundo. Para organizar una Copa del América a la barcelonesa, no podía faltar una ceremonia inaugural de la final de la regata, que desembarcará en la playa del Bogatell este jueves a las 21 horas y cuya producción ha implicado a 815 personas.

El espectáculo Barcelona, far del món, aspira a atraer el foco internacional con mil drones, efectos visuales, pantallas LED, bailarines, música y luces, también sobre veleros: en total, 490 personas que saldrán a escena, y unas 50 embarcaciones que se desplazarán iluminados sobre el mar de la capital catalana. Con el mar, el viento y las olas como inspiración, la ceremonia se ha concebido con la de los Juegos Olímpicos en la memoria, y con la intención de convertirla en un escaparate de la diversidad cultural local.

Los castellers de Vilafranca, la orquesta y el coro del Liceu, la Escolanía de Montserrat y los músicos Sara Blanch y Arnau Tordera serán algunos de los encargados de representar esta diversidad cultural, con una dirección escénica de Hansel Cereza. Una banda sonora compuesta por Albert Guinovart para la ocasión ejercerá de hilo conductor del espectáculo, con la ambición de convertirse en un nuevo himno para Barcelona.

El espectáculo implicará un refuerzo del servicio de metro y autobús y restricciones en la Avenida Litoral

La gran estructura que ejercerá de escenario ya se ha levantado en el Espigón de la Mar Bella, y se irá transformando durante el espectáculo. Los bailarines ya han empezado a ensayar in situ, y no han sido los únicos: los drones también se han empezado a probar en la playa, en un espectáculo en el que la tecnología tendrá un peso notable.

Aunque la playa, el cielo y el mar serán el plató de la ceremonia, el espectáculo irá más allá y se asomará incluso por edificios emblemáticos de la capital catalana, como la Torre Glòries y la Sagrada Família, que se iluminarán durante el evento, de unos 45 minutos de duración. Con dirección y producción de una UTE formada por Focus, Lavinia, Igor Studio y Flock Dron Art, la ceremonia pondrá en valor el papel del deporte como agente de transformación y cambio, junto al arte y a la cultura.

Más metro y autobuses

Para facilitar los desplazamientos hasta la playa del Bogatell y sus inmediaciones, TMB reforzará el servicio de metro con un 40% más de trenes en la L4 respecto a un día laboral, y mantendrá su horario habitual, hasta la medianoche. Además, TMB incrementará el personal en las estaciones del frente marítimo barcelonés y de las principales del entorno.

Del mismo modo, también se reforzará el servicio regular de las líneas de autobús que prestan servicio a zonas cercanas del Bogatell, a las que se puede acceder con la H16, la V23, la V25, la V27, la 6 y la 59. Los refuerzos, ya sea con vehículos adicionales o de más capacidad, se producirán en función de la demanda que se pueda generar.

Más allá del metro y el autobús, se han implantado aparcamientos para bicicletas, patinetes y otros vehículos de movilidad personal en cuatro recintos cerrados, que se ubicarán en el entorno de la playa del Bogatell y también de la plaza del Mar, del Centre de Recerca Biomèdica y del Port Olímpic.

Por su parte, la Guàrdia Urbana desplegará un dispositivo especial, que incluirá itinerarios para asegurar una salida ordenada de los asistentes y su desplazamientos hasta el transporte público. El espectáculo también comportará restricciones de tráfico en la Avenida Litoral, en la que no se podrá circular entre las 20 horas y la medianoche entre la calle Jonquera y la de Arquitecte Sert.

Con la ceremonia, la ciudad quiere ser protagonista de la regata junto a sus equipos y sus barcos. El espectáculo marcará el inicio de la final match race que enfrentará al Emirates Team New Zealand con el Ineos Britannia, en una final en la que los neozelandeses competirán como defensores del título para conservar el trofeo, y los británicos pugnarán para hacerse con la Copa por primera vez en los 173 años de historia.