Catalunya despunta como la principal región de startups del sur de Europa, y aún tiene mucho camino por recorrer. La Generalitat está determinada a seguir potenciando el ecosistema, y lo hace con un claro objetivo de fondo: acercarse al máximo a que el único paro que haya sea el estructural, como defiende el conseller d’Empresa i Treball, Miquel Sàmper.
Sàmper (Terrassa, 1966) repasa los objetivos que se marca la Generalitat en cuanto al ámbito emprendedor y las medidas que está impulsado el Govern para lograrlo. Licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, el conseller apuesta por seguir propulsando la emprendeduría hasta llegar a niveles de ecosistemas como los de países nórdicos o Alemania: “Estamos en un buen momento que entre todos deberíamos saber aprovechar”.
— La Generalitat se ha marcado como objetivo alcanzar las 3.000 startups en 2030.
— Sí, queremos pasar de las 2.285 startups que tenemos ahora a las 3.000. Nos fijamos este objetivo porque las startups suelen impactar en ámbitos disruptivos, y también por su vinculación con el talento digital. La facturación del mundo de las nuevas tecnologías y del ámbito digital en Catalunya está ya por encima de los 40.000 millones de euros, y el sector está dando empleo a prácticamente 200.000 personas. Solo el año pasado creció con 40.000 personas contratadas, y eso equivale casi a tres plantillas de Seat, ¡generadas solo en un año! Y este sector digital se nutre sobre todo de las startups y de la emprendeduría.
— ¿Qué medidas promueve el Govern para impulsar este ámbito emprendedor?
— Dentro del Pla Catalunya Lidera, hacemos una clara apuesta por el crecimiento de las empresas catalanas, con una partida dotada de 50 millones de euros. Ponemos estos recursos a disposición de las empresas para que puedan desarrollar sus planes de negocio, con objetivos concretos, que incluyen también avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres dentro de este ámbito. Además, por primera vez hemos abierto líneas de preaceleración, con 1,7 millones de euros, que iremos incrementando, para que las empresas puedan crecer.
— En la práctica, ¿cómo se benefician las empresas de estas líneas?
— La Generalitat lo vehicula básicamente a través de cuatro puntos: a través de Acció; con la financiación de Avançsa y del Institut Català de Finances, y de ayudas a autónomos que gestionamos desde el Departament. Y es que los autónomos también son personas que emprenden, y a este colectivo destinamos 28 millones de euros este año. Con todas estas líneas pretendemos transmitir a los emprendedores que estamos a su lado y que sabemos que no son el futuro, sino que son el presente, y un presente inmediato.
— ¿Cómo valora la evolución del ecosistema?
— Se está generando una tracción increíble. De hecho, la tasa de actividad emprendedora (TEA) de 2024 fue la más alta de la serie histórica. Esta tasa, que recoge las personas impulsoras de una empresa en fase inicial, se situó en 2024 en el 8,6%. Está por encima de la media española, del 7,2%, y está cada vez más cerca de la media europea del 8,8%, como indica el informe Global Entrepreneurship Monitor 2024, promovido por el Departamento y la Diputación de Barcelona, y elaborado por el Institut Metròpoli y la UAB.
— Según el GEM, también aumentan los que quieren emprender en los próximos tres años.
— Ha crecido dos puntos y se ha situado en el 15,4%, también el mejor dato desde que se analiza desde 2004, y sólo a un punto de la media de la UE, que está en el 16,4%. Estos datos nos llevan a situarnos como el mejor ecosistema de startups del sur de Europa, aunque no de Europa en su conjunto. Todavía no estamos al mismo nivel que regiones como Alemania y los países nórdicos.
— ¿Tenemos que aspirar a llegar a ese nivel?
— Sí, porque la capacidad de emprender genera empresas, y las empresas generan empleo. La respuesta es sí, sí y sí.
— ¿Es el empleo el objetivo final?
— Exactamente. Detrás de cada una de las políticas que impulsamos, ¿cuál es la pretensión? Generar empleo, y acercarnos a tener sólo un paro estructural; que los únicos que no trabajen sean aquellos que no quieren o no pueden trabajar. Mi sueño es que, el día que termine mi labor aquí, en Catalunya sólo haya paro estructural.
— Y que quien quiera trabajar, trabaje.
— Y estamos en el camino para conseguirlo. Catalunya ha sido la región europea que más ha crecido en 2024, con un 3,6%, ante una media del 3,3% en España y con crecimientos del 1,1% en Francia, por ejemplo. Significa que estamos en un momento económico muy positivo, y que deberíamos ser capaces entre todos de saberlo aprovechar.
— ¿Qué nos ha conducido hacia este buen momento?
— Tenemos un entramado de empresas, trabajadores, centros tecnológicos, universidades, un sistema de concertación social… todos estos elementos conforman un ecosistema que permite que, además del clima o de la calidad de vida, Catalunya esté bien posicionada y siga creciendo.
— Uno de los frenos para este crecimiento es, según los emprendedores, la burocracia. ¿Cómo trabaja la Generalitat en esta línea?
— El Govern creó un grupo de trabajo para reducir la burocracia, y no sólo para el ámbito empresarial, sino para la ciudadanía en general. No podemos perder tanto tiempo en hacer trámites que en otros sitios se hacen con mucha más agilidad. Este es un punto negro que tenemos en Catalunya, y tenemos que ser capaces de encontrar mecanismos para que todo esto sea mucho más ágil, como la Finstreta Única Empresarial que impulsa el Departament para que todo entre por un mismo canal y se gestione más rápidamente.
— Otra de las necesidades de las startups es acceder a la inversión y al talento.
— Generamos mucho talento, tanto en universidades como en Formación Profesional. Y aquí hay que incidir, porque queremos potenciar mucho la FP. Si el talento universitario es necesario, el talento de la FP es imprescindible. Pero no sólo generamos talento, sino que somos capaces de retenerlo. De hecho, dos de cada tres personas que vienen de fuera llevan más de tres años en Catalunya, y eso significa que retenemos mucho talento.
— Se genera, se retiene y también se atrae.
— Sí, y para potenciarlo impulsamos ahora también un programa específico, dado el contexto en Estados Unidos. Hemos abierto el programa Barcelona Talent Bridge, que busca atraer a personal investigador proveniente de Estados Unidos, con una dotación de 30 millones de euros.
— El talento internacional beneficia al ecosistema pero puede agravar el incremento de los precios de la vivienda y la gentrificación.
— El objetivo del Govern en este ámbito es generar 50.000 viviendas públicas hasta 2030. No es fácil, pero se está trabajando en todo el territorio para que todo el mundo pueda tener una vivienda. El talento es algo que necesitamos, es imprescindible, y nunca deberíamos expulsarlo. Cualquier persona que venga a Catalunya con voluntad de trabajar —y no hablo sólo del talento del más alto nivel— debe poder sentirse acogida. Lo que es nuestra obligación es generar empleo para que todo el mundo tenga trabajo.
— Este objetivo va más allá de Barcelona.
— Tenemos el pleno convencimiento de que tenemos que llegar a toda Catalunya; es una obsesión para mí. Que Barcelona y la Barcelona metropolitana crezcan es perfecto, y hay empresas que necesitan estar cerca del puerto o del aeropuerto, pero para las que no tengan esta necesidad logística, queremos llevarlas más allá, como se ha hecho con la gigafactoría de IA que queremos que se ubique en Móra la Nova. Tenemos que generar una prosperidad compartida que llegue a todas las personas, sin distinciones, y también a todo el territorio.
