La obra, coproducida con el Teatro Nacional São João, se estrena este jueves con un reparto catalán y portugués que mezcla ambos idiomas
En tiempos de pandemia y guerra, José Saramago emerge como un visionario que pronosticó el futuro, aunque, probablemente, lo hiciera sin querer. Cuando una dolencia desconocida arrebata sin explicación la visión a todo el mundo, se desencadena una lucha descarnada por la supervivencia, siempre egoísta y cruel. Ensayo sobre la ceguera, una de las novelas que el portugués ya escribió desde su refugio en Lanzarote, se ha reafirmado como una de sus obras más universales, incorporando términos como confinamiento y estado de alarma antes de que alguien imaginara que podrían volver a ser actuales.
Esta es la obra con la que el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) ha decidido abrir la Sala Gran esta temporada, coincidiendo con su 25 aniversario y el centenario del nacimiento del escritor luso. “Vivimos una época muy dolorosa”, expone su director, Nuno Cardoso, con la ceguera de Saramago tomando nuevas caras y transformándose en políticas discriminatorias, desigualdades sociales, hipercomunicación y una soledad cada vez más contagiosa. “La ceguera no es un problema de ojos, sino de corazón”, remarca.
Assaig sobre la ceguesa se ha coproducido con el Teatro Nacional São João, donde se estrenó con un gran éxito el pasado junio. En una apuesta por la internacionalización de la sala dirigida por Carme Portaceli, la primera colaboración entre el TNC y el teatro de Oporto también se ha traducido en que el catalán y el portugués se mezclen en la obra, así como los actores, con una mitad de intérpretes catalanes y la otra, portugueses. Ana Brandão, Ferran Carvajal, Joana Carvalho, Jordi Collet, Sérgio Sá Cunha, Montse Esteve, Paulo Freixinho, Adriana Fuertes, Gabriela Flores, Pedro Frias, Jorge Mota, Albert Prat, Lisa Reis y Maria Ribera integran el reparto.
Todo ello, sin dejar de aprovechar el ritmo vertiginoso, prácticamente oral, que caracteriza al autor portugués, con una narración sin puntos, enlazando un pensamiento con otro, saltando del presente al pasado. “Saramago decía que leerlo a él era como ir por una carretera en la que habían quitado las señales de tráfico”, cuenta Clàudia Cedó, autora de la adaptación de la novela para el TNC. “Escribe de una manera muy teatral”, valora la dramaturga catalana.
La obra, que dura tres horas y 20 minutos, se estrenará este jueves y se podrá ver hasta el 30 de octubre en el TNC. Luego, viajará a Braga (25 y 26 de noviembre) y Aveiro (3 de diciembre), volviendo otra vez a Oporto para cerrar la gira (del 9 al 18 de diciembre). Coincidiendo con la publicación de la novela en catalán por la editorial Navona, se hará una función especial para los libreros, prevista para el jueves 6 de octubre. Para los que quieran saber cómo sigue cuando una pandemia deja ciega a una sociedad imaginaria, Saramago continuó la trama en Ensayo sobre la lucidez. En ella, no se pierde la visión, sino que todo el mundo decide votar en blanco.
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