Nuevo salto para el Puerto: autoriza la entrada de MSC a la terminal Best y el hotel W se reforma

Después de meses de negociación, el Puerto de Barcelona ha dado luz verde a la entrada de MSC a la terminal BEST, la más importante de la capital catalana en cuanto al transporte de contenedores. MSC, consolidado como el primer grupo naviero a nivel global, deberá esperar ahora sólo a la autorización de organismos de competencia de ámbito europeo para ejecutar la operación, anunciada el año pasado. Pese a la relevancia del acuerdo, no ha sido el único que ha cerrado el Puerto: ha prorrogado diez años la concesión del W Barcelona, que se renovará de forma integral con una inversión de unos 80 millones de euros.

El enclave portuario lo ha acordado en un consejo de administración con un orden del día cargado. Ha incluido no sólo estas dos operaciones clave, sino también la ampliación del nuevo hub de los productos no alimentarios de Lidl, y la licitación del sistema que conectará la futura terminal G de cruceros a la red eléctrica.

“Más conectividad” con MSC

La entrada de MSC a la terminal BEST se materializará mediante la transmisión del 50% de las acciones que actualmente tiene Terminal Catalunya SAU (Tercat) a Terminal Investments Limited Holding (TiL), empresa participada “mayoritariamente” por MSC. La operación otorgará al puerto “más conectividad”, según el presidente de la Autoridad Portuaria, José Alberto Carbonell, que ha destacado la potencia de MSC a nivel global: concentra cerca del 20% de la capacidad de la flota mundial de portacontenedores, con unos mil barcos y con la voluntad de irse acercando al 30%.

Teniendo en cuenta la capacidad de la naviera, su entrada en la terminal representará “un paso importante de cara a los servicios que se prestan en el Puerto de Barcelona”, ha añadido Carbonell. El presidente del Puerto ha destacado que el acuerdo incluye condiciones específicas para garantizar la continuidad del servicio de la terminal hacia cualquier operador, y mecanismos para evitar posibles bloqueos en la toma de decisiones, dada la distribución del 50% de las acciones. Con el acuerdo, la operativa y la gestión de la terminal seguirá recayendo sobre todo en Hutchison Ports.

En el otro extremo del puerto, otro emplazamiento se prepara para recibir otra inversión: el W Barcelona se renovará de forma integral con cerca de 80 millones de euros. La operación conllevará una prórroga de diez años —ampliable a cinco más— de la concesión, hasta 2041, a CIGAHorels España, gestora del establecimiento integrada en el grupo Marriott International.

Las obras, que están pendientes de autorización del Ayuntamiento, se llevarán a cabo en dos fases, como ha detallado Carbonell: la primera empezará en octubre y reformará las plantas de la 8 a la 25, y la segunda irá de octubre de 2026 a abril del año siguiente y se centrará en las zonas comunes y las plantas inferiores. Del total, unos 40 millones se corresponderán a la obra civil y a las instalaciones, mientras que los 40 restantes irán al diseño interior y al mobiliario.

Además, el consejo de administración ha dado un paso más hacia la electrificación de la futura terminal de cruceros que gestionará Royal Caribbean. En concreto, ha dado luz verde a la licitación del proyecto para instalar el sistema Onshore Power Supply (OPS) en la terminal G de cruceros, con un presupuesto de 12,6 millones de euros y con la previsión de que la terminal esté operativa en 2027. El puerto ya cuenta con sistemas OPS en la terminal BEST y en la Grimaldi de ferris, y permitirá conectar los cruceros a la red eléctrica para que puedan apagar sus motores mientras estén atracados en el puerto.

En paralelo, el Puerto ha otorgado al Centro Intermodal de Logística (Cilsa) una concesión administrativa de cerca de 100.000 hectáreas del ZAL Prat para la construcción de una nave logística para Lidl. La concesión de la superficie, ocupada antiguamente por la empresa Total, tiene una duración de 34 años prorrogables. En ella, la nave que se levantará supondrá una inversión de 42 millones de euros.

Con 55.000 metros cuadrados de superficie logística, la futura nave tendrá una altura de 15 metros, “superior a la habitual” en las instalaciones de este tipo. Una vez entre en funcionamiento, Lidl pasará a gestionar un total de 165.000 metros cuadrados en esta zona. Así, la compañía “da un paso más de consolidación en el Puerto de Barcelona”, ha defendido Carbonell.