El dueño de Vileda reduce ventas, pero mantiene inversiones y dona 290.000 mascarillas

Freudenberg es un grupo alemán que opera en múltiples sectores industriales y que es propietario de la popular marca de fregonas y bayetas Vileda. Su sede central en el mercado español está situada en Parets del Vallès (Barcelona), al pie de la C-17, y seguro que los conductores que circulan habitualmente por esta vía han leído mil veces al pasar por delante de la fábrica el rótulo de “telas sin tejer”, la gran especialidad de la empresa. La multinacional cuenta también con instalaciones en Martorell, Burgos, Navarra y Madrid, dependientes de hasta siete filiales que suman una plantilla de 1.070 trabajadores y que, en conjunto, han facturado 275 millones de euros durante el año 2020.

Esta cifra es un 11,8% inferior a los 312 millones ingresados ​​en 2019 como consecuencia del descenso de ventas registrado por los productos que fabrica para el sector de la automoción, la moda y la hostelería. Por el contrario, en este año de pandemia, Frudenberg ha visto incrementar las ventas de su división de productos de limpieza, según explica Jaume Cané, director del grupo en España. “A pesar de la bajada de ingresos, hemos mantenido unas inversiones de casi 7 millones de euros, lo que supone una clara apuesta por las fábricas que tenemos en este país y en mejorar su tecnología”, destaca el directivo.

Cané también subraya las donaciones que ha realizado la empresa para ayudar a las administraciones a hacer frente a la crisis de la covid-19. Así, Freudenberg ha donado 280.000 guantes desechables y 290.000 mascarillas procedentes de sus fábricas a la Generalitat, al Ayuntamiento de Parets del Vallès y a otras instituciones y entidades benéficas. En paralelo, se han donado 65.000 euros al Banco de Alimentos. “Podrán bajar nuestros resultados, pero no nuestros valores”, dice Cané.

Freudenberg nació hace 170 años en la ciudad alemana de Weinheim y desarrolla productos técnicos con miles de aplicaciones industriales, como material sellante, componentes de control de vibraciones, textiles técnicos, filtros y productos químicos, de limpieza y médicos. En su conjunto, la multinacional facturó 8.840 millones en 2020, un 6% menos.