La candidatura presentada por la ciudad se ha impuesto a la formulada por Pekín y supone una nueva oportunidad para potenciar la marca Barcelona internacionalmente y posicionarla como centro de referencia en el diseño urbano contemporáneo
El Mercat dels Encants y la Torre Glòries, ejemplos de arquitectura contemporánea.
Barcelona está de enhorabuena. La Asamblea General de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), celebrada en Río de Janeiro (Brasil), ha escogido la ciudad para que sea la Capital Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco en el año 2026 y acoja también el congreso anual de la UIA, que cuenta con más de 70 años de historia. La candidatura de Barcelona se ha impuesto por 149 votos a 129 a la promovida por la capital china, Pekín.
Según el Ayuntamiento de Barcelona, la celebración del evento de arquitectura más importante del sector en el año 2026 “supone una gran oportunidad para fortalecer el papel de la ciudad, de Catalunya y del Estado como centros de producción y pensamiento de la arquitectura y del diseño urbano contemporáneos. Se profundizará en su capacidad para transformar y mejorar la vida de las personas, y servirá para poner de relieve el papel de la arquitectura y el urbanismo en la configuración de un nuevo modelo de ciudad que dé respuesta a los retos contemporáneos“, bajo el lema One today, one tomorrow.
El Congreso de la UIA estará coordinado por el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) y, en paralelo, se organizarán múltiples actividades culturales en colaboración con otros países para conseguir trasladar a la ciudadanía la importancia y el valor de la arquitectura y del urbanismo. “Barcelona se posicionará como referente cultural, social y económico”, destaca el consistorio, que recuerda que Barcelona ya organizó con éxito este congreso hace 30 años.
Esta iniciativa puede contribuir a reforzar la imagen internacional de la capital catalana y afianzar su reconocimiento en el ámbito de la arquitectura. “El congreso de 2026 quiere apelar a los valores de la arquitectura y el urbanismo como factores de calidad de vida, bienestar y sentido de pertenencia social y cultural, y la necesidad de hacerlos extensibles y relevantes a otros países, como herramienta transformadora y de cambio social para avanzar hacia las ciudades del futuro”, apunta el ayuntamiento.
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