La previsión es que el campus que se ubicará en las actuales pistas deportivas de la UB pueda entrar en funcionamiento en 2035, año en que también se pondrá en marcha la nueva parada de la L3 para conectar esta zona de la Diagonal
Representantes de la comisión mixta de seguimiento del futuro Clínic con las maquetas del futuro campus surgidas del Máster de Arquitectura Hospitalaria.
El traslado del Hospital Clínic hacia la Diagonal empieza a perfilarse. Tras décadas de discusión sobre en qué zona debía reubicarse el centro sanitario, su futuro campus en las actuales pistas deportivas de la Universitat de Barcelona (UB) está cada vez más cerca de ser una realidad. La Generalitat estima que las obras se iniciarán en 2030, para poder ponerlo en marcha a finales de 2035 o inicios del 2036.
El futuro campus sanitario ocupará una superficie de más de 30.000 metros cuadrados en la zona alta de la Diagonal, donde se aglutinarán las diferentes funciones asistenciales, docentes y de investigación, y supondrá una inversión por ahora cifrada en 1.700 millones de euros. Para hacer realidad este nuevo centro, que concentrará el nuevo Hospital Clínic y la nueva facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB y otros centros de investigación pioneros, en octubre se constituyó la comisión mixta de seguimiento para definir y coordinar el proyecto.
La comisión, formada por representantes de la Generalitat, los ayuntamientos de Barcelona, L’Hospitalet y Esplugues de Llobregat, la Diputació de Barcelona, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), el Consorcio Hospital Clínic y la UB, y bajo la coordinación de Juan Echániz, ha redactado los estatutos del nuevo consorcio que coordinará el proyecto del futuro campus, apodado como Porta Diagonal-Campus Clínic. Un nuevo agente que se pondrá en marcha el año que viene, incorporándose también a la comisión de seguimiento, y que será la encargada no solo de garantizar la coordinación entre las diferentes instituciones, sino también de actuar como oficina técnica, operativa y de gestión para hacer realidad el nuevo complejo hospitalario.
Así, el consorcio liderará las acciones necesarias para la materialización del campus, resolviendo los diferentes frentes abiertos, que incluyen la licitación de los proyectos, así como el diseño de los nuevos edificios o la prolongación de la L3 del metro para asegurar la conectividad de este nuevo centro. Con la previsión de iniciar las obras en 2030, la Generalitat emprenderá el proceso de redacción de un Plan Director Urbanístico para definir la ordenación del futuro campus y su entorno, que se redactará y tramitará entre este año y 2027. Así, los proyectos constructivos se elaborarían entre 2027 y 2028, con la previsión de acabar las obras de los edificios y de la nueva estación de metro para 2035.
Este proyecto desencallará la necesaria ampliación del Clínic, que lleva más de dos décadas sin resolverse, ya que las instalaciones encajonadas en el entramado de l’Esquerra de l’Eixample hace años que se les han quedado pequeñas y anticuadas, y supondrá una de las grandes transformaciones urbanísticas de la próxima década. “El futuro Clínic no solo es un hospital para la ciudad de Barcelona o su región metropolitana, sino para toda Catalunya, que quiere convertirse en un centro de referencia no solo del sur de Europa, sino del conjunto de Europa para liderar la forma de hacer medicina, investigación y docencia en el ámbito de la salud”, ha afirmado el conseller de Presidència, Albert Dalmau, que dirige la comisión mixta de seguimiento.
De hecho, la parte alta de la Diagonal se está erigiendo como un polo biomédico de referencia europea no solo con la llegada del futuro Clínic, sino también con otros actores del ecosistema sanitario y de investigación, como Sant Joan de Déu o el Parc Científic de Barcelona (PCB) inmersos en sus propios procesos de transformación y ampliación. Por ello, uno de los aspectos claves del proyecto era asegurar la conectividad y accesibilidad de esta nueva centralidad biomédica de la ciudad.
Para garantizar esta conectividad, la Conselleria de Territori ha licitado la actualización del proyecto de prolongación de la L3 del metro, desde Zona Universitària hasta Esplugues Centre, con 2,5 kilómetros y dos nuevas paradas. Para dar accesibilidad no solo al Hospital Clínic, sino también a Sant Joan de Déu, la idea es que ambos hospitales compartan parada, denominada Sant Joan de Déu-Finestrelles, con una salida diferente para cada uno de los centros sanitarios. Además de la parada para conectar el futuro Clínic y Sant Joan de Déu, la L3 también llegará hasta el centro de Esplugues, con una segunda parada en la plaza de Santa Magdalena, delante del Ayuntamiento de la ciudad, garantizando también la conectividad de la localidad, que hasta ahora no dispone de metro para desplazarse hacia el centro de Barcelona.
La redacción de este proyecto de prolongación se ha licitado por un importe de 4,5 millones de euros y con un plazo de redacción de un año. Según el Plan Director de Infraestructuras (PDI) de la Región Metropolitana de Barcelona 2021-2030, la L3 debería sumar un total de nueve paradas —incluidas las dos ara licitadas— para llegar hasta Sant Feliu de Llobregat, que se licitarán en una segunda fase.
Un campus horizontal y verde
Durante la reunión de la comisión mixta de seguimiento también se han presentado los cuatro proyectos surgidos del Máster de Arquitectura Hospitalaria. Un máster con una edición única, que se inició en septiembre del año pasado organizado conjuntamente por la Universitat de Barcelona (UB) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), con la intención de que estos trabajos sirvan para sentar las bases de la convocatoria del concurso internacional para el nuevo campus que el centro sanitario prevé lanzar para finales de 2026, coincidiendo con la distinción de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura.
Los proyectos se han concretado en cuatro maquetas que se incorporarán como inspiración en las bases del concurso internacional. Todos los trabajos comparten elementos como la horizontalidad de los edificios, que apuesta por construcciones más anchas que altas, así como la centralidad de los espacios verdes, que incluyen incluso jardines terapéuticos para los pacientes, alrededor de los cuales se articularán las demás edificaciones. Sin embargo, estos trabajos “se pueden utilizar, manipular y cambiar”, como ha destacado Ramon Sanabria, arquitecto y director del Máster, quien ha subrayado que estas maquetas deben servir de “referencia sobre el espacio y sus posibilidades”.
Hasta que no se completen las obras del futuro campus, el Clínic llevará a cabo una transformación progresiva y adaptativa de su actual sede central en la calle Villarroel. Con el traslado del Clínic a la Diagonal, se liberará un espacio en el Eixample, y la comisión mixta de seguimiento también se encargará de redefinir los usos que tendrá este equipamiento una vez se finalice la reubicación del centro hospitalario.
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