El japonés Os-Kuro sopla velas con una carta renovada y opciones sin gluten

La sabrosa y variada gastronomía es uno de los grandes atractivos de Japón. Sin embargo, no hace falta viajar hasta el país nipón para degustar algunas de sus recetas más famosas, ya que el corazón de Barcelona esconde algunos locales capaces de transportar al comensal a los restaurantes más auténticos de Tokio, como Os-Kuro, situado en el Hotel Claris de la capital catalana. Con apenas dos años de vida, el restaurante ha conseguido consolidarse en el panorama barcelonés, gracias a una sorprendente apuesta: un japonés que no busca destacar por su cocina de fusión y modernidad, sino reivindicar, e incluso, elevar la autenticidad y la tradición de la rica gastronomía nipona, basándose en productos de calidad. 

El espacio se encuentra dividido entre la zona del restaurante en la planta superior, y el Sushi Bar, dominado por la barra, en la que el equipo de sushimen de Os-Kuro —liderados por Brendan Ferrero, reconocido como el segundo mejor sushiman de España— hace gala de su impecable técnica para trabajar con las recetas crudas. En la zona de restaurante, el fuego es protagonista gracias a la destreza de la técnica robatayaki, la brasa ancestral japonesa, en la que se cocinan los peces y mariscos más frescos del mar y los mejores productos importados directamente del país nipón.  Evocando el significado de su nombre, que refiere a la palabra Kuro que en japonés significa negro, el local juega con luces y sombras para construir una atmósfera íntima y sofisticada. 

“Quizás Os-Kuro es el japonés más atípico de Barcelona, aquí no hacemos fusión, sino tradición”, defiende Joaquim Clos, director de Derby Hotels —grupo al que pertenece el Hotel Claris— que decidió inaugurar hace apenas dos años este restaurante, a raíz de su pasión y devoción por la gastronomía japonesa. Para celebrar estos dos años de trayectoria, el local revalida su apuesta por la tradición con un menú renovado, que incorpora nuevas elaboraciones del chef ejecutivo, Pedro Salillas.

Así, el restaurante estrena una nueva oferta Omakase, una vivencia gastronómica única y totalmente personalizada con ingredientes frescos y de temporada. Omakase es una expresión japonesa que significa ‘lo dejo en tus manos’, una expresión que el comensal pronuncia para indicarle al chef que confía en sus recomendaciones y que le otorga libertad creativa para que cree la secuencia de platos que desee, mientras que el comensal acepta los platos tal y como llegan a la mesa.

Sin embargo, a parte de esta nueva opción de menú, la carta también incluye nuevos platos de temporada, como el pulpo Sunamono, una reinterpretación de las ensaladas, a base de pulpo y pepino, típicas de las tabernas japonesas o el Gyudon, un bol de arroz coronado por ternera. Entre las nuevas creaciones, también sobresale la panceta confitada con kimuchi —la versión japonesa del kimchi coreano— de Pak-Choy o el pato con nabos y salsa a base de cítricos.

Los días laborables, el restaurante ofrece un menú de mediodía, denominado Hiru —que significa mediodía en japonés— por un precio de 39 euros. Compuesto por un entrante (a elegir entre sopa miso o ensalada), una pieza de sushi, un plato principal (en el que el comensal puede degustar el sabroso salmón teriyaki o dejarse seducir por el Gyudon de ternera y arroz) y un postre, además de bebida, este menú representa una buena opción para disfrutar de los platos estrella del restaurante.

Además, la renovada propuesta también ofrece opciones sin gluten para que todos los comensales puedan disfrutar del sabor y variedad de la auténtica gastronomía nipona. Otro de los pilares del restaurante, que se mantiene en esta nueva etapa en motivo de su segundo aniversario, es el maridaje de los platos con sake, la bebida alcohólica japonesa que se obtiene a partir de la fermentación del arroz. Un sumiller especializado plantea al comensal un recorrido gustativo por hasta 9 sakes para acercarle a esta singular bebida.