La Fundació Miró celebra medio siglo reivindicándose como revolucionaria e interdisciplinaria

El 10 de junio de 1975, en un espacio privilegiado de Montjuïc con vistas a toda Barcelona, abría sus puertas la Fundació Miró. Un centro de arte totalmente revolucionario, no solo por su interior, con más de 104.000 de uno de los artistas catalanes más reconocidos e internacionales, sino también por su exterior, un edificio proyectado por el arquitecto Josep Lluís Sert, uno de los promotores del racionalismo y la arquitectura de vanguardia en Catalunya. Revolucionario, además, por el contexto en el que se inauguraba, pocos meses antes de la muerte de Franco. Después de medio siglo de trayectoria, el museo celebra su 50 aniversario reivindicando este carácter innovador y transversal del propio Miró pero también de su fundación.

“La historia de la Fundació es una historia compartida con la democracia, así como una historia compartida con la introducción y el conocimiento del arte contemporáneo en Catalunya”, ha enfatizado el director del centro de arte Marko Daniel, quien ha recordado que este año no solo se celebran 50 años del museo sino también de la muerte de Franco. Las actividades de este aniversario arrancarán con la inauguración de la muestra La poesia tot just ha començat. 50 anys de la Miró miércoles 11 de junio, exposición que reivindica tanto la historia y pasado, como su vigencia actual y su misión de futuro. Un recorrido poliédrico por su historia, que se podrá visitar hasta el 29 de marzo de 2026, que incluye juegos tipográficos y recursos visuales para reflejar el carácter “festivo y transgresor” del artista y la institución.

El acto central de esta conmemoración llegará el domingo 15 de junio, con una jornada festiva, gratuita y popular. Siguiendo la idea de recrear los orígenes revolucionarios del museo, la jornada buscará imitar el ambiente que es vivió en la jornada inaugural de hace 50 años cuando el artista decidió que, en vez de una jornada institucional —evitando, así, tener que invitar los autoridades franquistas—, celebraría una apertura de carácter popular.

Este carácter popular se recreará medio siglo después, con castellers, talleres familiares a cargo de las ilustradoras Pilarín Bayés y Marta Altés, cuentacuentos, proyecciones, perfomances, y el concierto del guitarrista Yerai Cortés, en colaboración con el festival Sónar a la terraza del museo. Además, coincidiendo con el solsticio de verano, la jornada empezará bien temprano, a las seis de la mañana, para recrear el edificio tal como lo concibió su artífice, el arquitecto Josep Lluís Sert, aprovechando la luz natural a través de tragaluces y grandes ventanales, y sin el uso de bombillas o luz artificial.

A pesar de que por motivos de conservación de las obras de arte normalmente estas ventanas y cortinas están cerradas, la fundación quiere devolver, aunque sea por cuatro horas, en su estado originario, descorriendo cortinas y abriendo tragaluces para observar el edificio y las obras de Miró en su estado óptimo, como mínimo arquitectónicamente hablando. Así, de seis a diez de la mañana, se ofrecerá una visita guiada por arquitectas del El Globus Vermell, que harán un recorrido por las características únicas de este espacio, a pesar de que también habrá opción de hacer la visita de forma libre.

Otro de los puntos álgidos de la celebración llegará en otoño, cuando se inaugurará la muestra Miró i els Estats Units, que se podrá ver del 10 de octubre al 22 de febrero de 2026. Una exposición que repasará la relación del pintor catalán con artistas estadounidenses, así como sus influencias mutuas, a partir de 160 obras de cuarenta artistas reconocidos de la pintura abstracta norteamericana, como Jackson Pollock o Mark Rothko. La exposición también servirá para reconocer el papel de mujeres pintoras como Louise Bourgeois, Helen Frankenthaler, Lee Krasner o Alice Trumbull. Después de rellenar las paredes del museo catalán, la muestra viajará a The Phillips Collection, en Washington, donde se podrá visitar hasta julio.

En el marco del 50º cumpleaños, y siguiendo el proyecto arquitectónico de Sert, el museo también reabrirá un espacio hasta ahora innaccesible, el Jardí dels Xiprers. Asimismo, también reinventará la colección permanente, con una nueva ordenación que persigue el propósito que los visitantes puedan acercarse a la obra del artista a partir de sus procesos creativos. “Esta nueva presentación, que tendrá en cuenta los espacios diseñados por Josep Lluís Sert, combinará la obra acabada con materiales de trabajo cedidos por Miró”, ha destacado su director.