El equipo neozelandés y el italiano son los últimos que faltan por trasladar los buques a la ciudad
El barco del equipo neozelandés en Auckland.
La 37a edición de la Copa América cada vez está más cerca. Todos los equipos están acelerando los preparativos, como se detecta en la sucesiva llegada de los barcos con los que competirán este año en Barcelona. En el caso del anfitrión, el Emirates Team New Zealand, su buque aún se encuentra en su país y acaba de salir de su astillero de Auckland. “La primera vez que el barco ve la luz del día siempre es un momento muy importante para cualquier equipo”, señala el director de Operaciones del Emirates Team New Zealand, Kevin Shoebridge.
Después de unos trabajos de construcción que se han alargado durante diez meses, el nuevo AC75 del equipo neozelandés se preparará ahora para su botadura y puesta en marcha a lo largo de este mes. “Hoy es un día de orgullo pero aún tenemos una montaña por escalar”, añade Shoebridge.
Un paso cabal que aún tienen pendiente de afrontar los kiwis es su traslado a Barcelona, junto con el italiano Luna Rossa Prada Pirelli. Los barcos del resto de cuatro equipos que participarán en la competición ya han llegado a la capital catalana. El suizo Alinghi Red Bull Racing ha sido el primero de todos en presentar su buque. Lo hizo en una fiesta privada el pasado viernes 5 de abril, con actuación incluida de La Fura dels Baus. Tras la presentación del BoatOne, construido en Suiza, el equipo está realizando los últimos preparativos para el bautizo del barco y su primera salida al agua.
En las últimas semanas han ido llegando a la ciudad los otros buques, por carretera y por mar, pero también por avión. Es el caso del AC75 del estadounidense American Magic, quien viajó en el interior de un avión Antonov AN-124, uno de los mayores aviones de carga del mundo. El barco fue por carretera desde su astillero en Portsmouth hasta el aeropuerto de Providence, en Rhode Island, donde despegó su vuelo trasatlántico destino El Prat, “un importante hito”, según remarcan desde el American Magic.
No fue tampoco fácil el trayecto que tuvo que realizar el buque del equipo británico INEOS Britannia. Desde su base en Northamptonshire, viajó por carretera hasta Portsmouth, donde cogió un ferry con destino a Bilbao. Ya en España, volvió a la carretera para llegar a la capital catalana el pasado fin de semana tras una ruta de 1.600 kilómetros. “La llegada a Barcelona es un momento crucial después de dos años y medio de diseño, construcción y equipamiento en el Reino Unido”, apuntan desde el INEOS Britannia, con un equipo de 100 diseñadores e ingenieros.
Por último, los franceses Orient Express Racing Team, los últimos en apuntarse a la competición y trabajando a contrarreloj, solo tuvieron que moverse por carretera. Por carreteras nacionales y cruzando pequeños pueblos, su AC75 circuló encajado en un camión a lo largo de 1.400 kilómetros durante cuatro días, escoltado por dos motos y dos coches.
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