El salón internacional organizado por Fira de Barcelona reúne a una treintena de automovilísticas en más de 100.000 metros cuadrados de Montjuïc, hacia los que aspira a atraer a más de 350.000 visitantes
El salón aspira a atraer a 350.000 visitantes hasta el 18 de mayo.
Híbrido, eléctrico, de gasolina, enchufable o no, amplio o compacto, deportivo o de línea clásica… Son muchas las opciones y los elementos que giran en torno a una única pregunta: ¿qué coche comprar? Desde este fin de semana y hasta el 18 de mayo, Automobile Barcelona conquista Montjuïc con centenares de coches para contribuir a despejar dudas y a empujar decisiones.
Con modelos de todo tipo de 29 marcas automovilísticas, el salón internacional llena dos pabellones de Fira y la central Plaza de l’Univers, y sale a la calle en la Avenida Maria Cristina y la de Rius i Taulet con modelos para todos los gustos, que desfilan en circuitos de prueba por las calles de Montjuïc. La ambición de esta 43 edición es alcanzar los 350.000 visitantes, en una cita marcada por el avance hacia la electrificación de la movilidad y por la irrupción de las marcas asiáticas. Desde su apertura a los profesionales el viernes, y al público general el sábado, el salón se ha llenado de visitantes que, en un 60% de los casos, acude a Automobile con la voluntad de comprar.
Y es que la toma de decisiones se complica ante las infinitas opciones de un mercado cada vez más amplio, que se refleja en el salón con la presencia de múltiples ejecutivos asiáticos y con un potente despliegue de firmas venidas del Lejano Oriente, sobre todo, de China. La presencia de marcas del gigante asiático dobla las de la pasada edición del salón, de 2023, y ya representa un tercio del total de las automovilísticas que exhiben sus modelos y novedades en la cita de la capital catalana.
“La presencia de estas marcas demuestra que hay una nueva hornada de producto que viene de China y que pisa fuerte”, asegura Íñigo Transmonte, directivo de la china BYD. La firma arrancó como automovilística hace dos años, en marzo de 2023, “y en mayo ya estaba en el salón”, destaca. Y es que Barcelona es “un lugar muy relevante para la marca”, tanto por las ventas que registra como por los concesionarios de los que dispone en su entorno. De hecho, de los 76 concesionarios en los que BYD está presente en España, 14 están en Catalunya. Ahora, “el objetivo es alcanzar los 100 a nivel estatal a finales de año”.
La firma china acude a Automobile con la intención de allanar este camino, y con un triple objetivo: lanzar sus novedades con el salón como altavoz; contribuir a la popularidad de la movilidad eléctrica y, como no, vender. Para ayudar a los potenciales clientes a decidirse, la empresa ofrece descuentos exclusivos para el salón, como hacen muchas otras de las firmas que participan en el evento: “Y las ventas no sólo se producen en el salón, sino que se traduce en acuerdos que se cierran en las próximas semanas en los concesionarios”.
Al igual que BYD, empresas de origen chino despliegan sus modelos por los dos pabellones que ocupa el salón, pero Asia no acaba en China. Las marcas japonesas y surcoreanas también despuntan, como KGM. La hasta el año pasado SsangYong llega al salón reivindicándose como la marca coreana más antigua del mercado, con 70 años de trayectoria, y celebrando los 30 años en el mercado español. “No venimos a darnos a conocer, porque ya nos conocen; venimos para que nuestra presencia se transforme en ventas”, destaca Eva Soria desde la firma.
Pese al potencial de las marcas asiáticas, el mercado internacional no acaba, ni de lejos, en oriente, tampoco en lo referente a las propuestas emergentes. La italiana DR Automobile ha desembarcado en el salón con un despliegue de sus cinco marcas, que cubren un amplio espectro de gamas, precios y modelos. “El salón es un escaparate para potenciales clientes y para profesionales del sector”, como resalta su country manager, Aquile Bianci. Este aparador es especialmente relevante en el momento en que se encuentra el grupo: este año centra sus esfuerzos en expandirse en España, después de haber aterrizado en 30 concesionarios y de haber testado el mercado.
Más allá de las marcas internacionales, el salón ejerce de escaparate de las firmas locales, tanto de las de siempre, como Seat, como de las nuevas, como Ebro. La compañía que ha revivido la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca ha aprovechado el salón para presentar a nivel mundial su modelo S400, un híbrido SUV urbano del que la marca prevé fabricar unas 20.000 unidades este año, según el presidente de Ebro, Pedro Calef.
La automovilística presentó en sociedad su nuevo modelo desde su stand del salón —ubicado precisamente enfrente del de Nissan—, y su nivel de ventas actual se sitúa en torno al millar de coches mensuales, algo clave para la plantilla de la planta: son más de 1.200 personas, a las que se suman otros 800 empleos indirectos, según el presidente de EV Motors, Rafael Ruiz.
En el stand de Ebro, atrae miradas el nuevo S400, pero también un despampanante Jeep Ebro rojo. A pocos metros, también es el foco de las cámaras un descapotable eléctrico negro de Baltasar que, más que a un turismo, recuerda a un Batmóvil. Pero, para coches de película, los que el salón ha reunido en la exposición y experiencia Movie Machines, con fieles réplicas de coches de films icónicos como los Cazafantasmas, Regreso al Futuro, The Italian Job y Resacón en Las Vegas. No solo eso, sino que el salón se adentra en la gran pantalla a través de los coches con un espectáculo inmersivo. Los encargados de localizar y reunir estas joyas han sido los responsables de Car Corral, empresa de alquiler de coches clásicos nacida hace unos 15 años de la pasión de una familia por estos vehículos.
Con Eliseu Morera y su hijo, Albert Morera, al frente, la empresa expone algunos de sus modelos en el salón, con sus perfiles clásicos en evidente contraste con la tendencia dominante en el sector y, en consecuencia, en Automobile: la electrificación de la movilidad. Un perfil de luces led de un Renault de unos cuatro metros se eleva a pocos metros de los coloridos clásicos, en un stand en el que la marca francesa ha presentado su nuevo modelo R4, con un nuevo diseño y tecnología con guiños al original. El responsable de comunicación de Renault en España, Fernando Poveda, ha hecho un llamamiento a dar el paso hacia la electrificación: “La gran misión del R4 es popularizar el coche eléctrico”.
Esta y la de Ebro no han sido las únicas novedades presentadas en el salón, sino que múltiples cuentas atrás y retiradas de lonas negras han desvelado una docena de primicias, con una mundial —la de Ebro— y una europea —el MG S5—, y el resto, a nivel estatal. La gran mayoría de ellas, con un elemento en común: la apuesta por la movilidad eléctrica, que llega al salón también a través de empresas de cargadores, como los de Iberdrola. “La red de cargadores se va ampliando”, destaca Soria desde KGM. ¿Y el apagón, puede contribuir a agravar las dudas de los potenciales clientes? “Un apagón de un día, que no se debería volver a repetir, no afectaría a un vehículo eléctrico cargado” y, de todos modos, los coches de gasolina tampoco pudieron repostar esa desconcertante jornada, porque las gasolineras no estaban operativas sin electricidad: “Todavía hay mucha falta de conocimiento y miedo sobre el coche eléctrico, pero la transición hacia la movilidad eléctrica es imparable, no se puede detener”.
Los vehículos pueden conducirse circulando por Montjuïc en compañía de probadores de las marcas en circuitos de unos 15 minutos
Esta transición se nota en Automobile no sólo dentro de los pabellones, sino también en las avenidas que permiten a los potenciales clientes probar los vehículos. En unas calles en las que en ediciones pasadas rugían los motores, ahora el ruido se ha sustituido por el silencio, y el humo de los tubos de escape, por cables y cargadores. Aunque muchos son eléctricos, los vehículos de prueba incluyen modelos de todo tipo y tamaño, desde grandes coches a vehículos compactos, como el nuevo e-Miles, diseñado por Malena Engineering para la distribución de última milla con más de una peculiaridad: su fabricación se basa en impresión 3D, y carece de pedales y volante, ya que todo se controla mediante un joystick. Tanto este como el resto de vehículos pueden conducirse circulando por Montjuïc en compañía de probadores de las marcas, en recorridos de unos 15 minutos que aspiran a ayudar a los visitantes a decidirse.
Los vehículos de prueba que se exponen a lo largo de la Avenida Maria Cristina lo hacen con Seat como telón de fondo. La automovilística cumple 75 años y se hace notar con un recorrido por los modelos que han marcado su historia, literalmente: decenas de coches, uno por cada año de su trayectoria, se han dispuesto a lo largo y ancho de la Plaza de l’Univers para poderse pasear por la historia de la firma. Cada visitante mira a algún modelo como una fuente de recuerdos de vivencias pasadas: para unos, el Ibiza, para otros, el Panda, o el 600. “Hicimos historia, creamos futuro”, reza el lema del 75 aniversario desde las Torres Venecianes. Son precisamente las dos gemelas las que ejercen de puerta de entrada a un salón que, a su vez, se adentra en el futuro de la movilidad con un llamamiento unánime: el futuro es eléctrico, y el futuro ya está aquí.
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