Roma siempre estuvo de moda

Las grandes firmas han añadido un nuevo brillo a la ciudad, junto al zumbido palpable de un grupo joven de diseñadores, galeristas y hoteleros que se han enamorado o regresan a ella en parte por su tranquilidad, pero también por su sentido del glamour del viejo mundo y su amor a la tradición y al pasado sin complejos

Roma. Todo el mundo habla de Roma. Roma está de moda. ¿Pero no era Lisboa? ¡Sí, lo era! Pero si realmente quiere ser un nómada chic debe comprarse un billete con rumbo a la ciudad de la Dolce Vita. Puede sonar absurdo preguntar por qué cuando los turistas (millones) ya vienen a Roma para sumergirse en 2.000 años de civilización. ¿No es suficiente la Capilla Sixtina, los frescos de Miguel Ángel o el Coliseo? Sí y no. Desde hace años la Ciudad Eterna vivía sumergida en un profundo sueño donde los romanos, ajenos a la invasión turística, parecían no tener nada nuevo que enseñar.

Pero algo está pasando, varias grandes casas de moda italianas iniciaron su apuesta por la ciudad, invirtiendo millones en la preservación de los edificios más emblemáticos. Mientras Diego Della Valle, fundador de la casa Tod, ha estado financiando la restauración del Coliseo, Fendi decidió hacerse cargo de la limpieza de la Fontana de Trevi y apoyar un prestigioso instituto de investigación dedicado a Caravaggio. Bulgari recientemente contribuyó de manera muy generosa para salvar la Plaza de España, que había empezado a desmoronarse. Y hasta el grupo español Inditex hizo la remodelación de la fachada del Palacio de España, sede de la Embajada española ante el Vaticano.

Y si las grandes firmas han añadido un nuevo brillo a la ciudad, también hay un zumbido palpable proveniente de un grupo joven de diseñadores, galeristas y hoteleros que se han enamorado o regresan a ella en parte por su tranquilidad, pero también por su sentido del glamour del viejo mundo y su amor a la tradición y al pasado sin complejos. Un ejemplo es el director creativo de Gucci, Alessandro Michele, originario de Roma, que se acaba de instalar en el Palazzo Alberini-Cicciaporci, una joya de la arquitectura renacentista.

vivirdemais descubre Chez Dédé. En la Via di Monserrato, rodeada de magníficas fachadas renacentistas y muy cerca del Palazzo Farnese, se encuentra este taller-galería-tienda, con un inconfundible chic francés dentro del histórico Palazzo Capponi Antonelli. Hasta aquí llegan elegantes viajeros de todo el mundo que apuestan por la artesanía y por las personas que hacen algo mágico de su trabajo, en busca de nuevos tesoros.

Los fundadores Daria Reina y Andrea Ferolla crean colecciones de ropa de hogar, bolsos y otros accesorios de edición limitada hechos a mano en Italia y de materiales naturales. La famosa bolsa Chez Dédé, una bolsa de tela de lona y asas de cuero inspirada en fabulosos lugares de vacaciones: St. Tropez, Porquerolles, Biarritz, Taormina, es un accesorio imprescindible de la fashionista italiana que arrastra desde las playas de Punta del Este hasta el museo Met Breuer en New York. “Sublime for the beach”, “Light for the plane”, “Perfect for the city” son los mensajes que dan inmediatamente la pista a las miles de seguidoras en Instagram. Chez Dédé es además un gabinete de curiosidades de marcas únicas y piezas selectas de lujo como Linda Rodin, las glamurosas ilustraciones de Ferolla, los vestidos vintage de La DoubleJ, abrigos del pequeño sello napolitano Giuliva Heritage Collection, las alpargatas ultra-deseadas de Capri, Zabattigli, los libros de arte Assouline, las velas de Trudon o la cerámica de Astier de Villatte.

Cuando llegue el momento de retirarse vaya directo al Hotel De’ Ricci, tome asiento en una butaca de terciopelo en el Charade Bar y contemple La Grande Bellezza. Comprenderá que Roma siempre estuvo de moda.

Imágenes destacadas:
1. Modelo en el desfile de moda de Fendi Rome 90 Years Anniversary en la Fontana di Trevi. (Foto por Venturelli / WireImage)
2. Interior de la tienda Chez Dede, Roma. Imagen extraída de la web de la tienda.