El ‘Top ten’ de la escultura de todos los tiempos

Presencia en el espacio desde los orígenes del arte, la escultura nos lleva desde las armas primitivas hasta la representación divina, con la energía de un mundo que acaba por hacerse más real –e ideal– que la realidad, entre el equilibrio y la pesadumbre del dolor, del juego a la culpa en sus formas intemporales y perfectas

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Musa dormida

CONSTANTIN BRANCUSI. 1910. Bronce

Metropolitan Museum, Nueva York

Me enamoré de este rostro de oro, de frente pulida como un canto rodado, ojos achinados, nariz respingona y boca de piñón. En la simplicidad de ese objeto, una cabeza convertida en huevo, reside su belleza sublime, cuando comenzaba el siglo XX y aún se celebraba la vida. Obra de formas puras y absolutas, perfecta como una joya. Solo deseo que un día despierte, abra los ojos y me mire.