El ‘Top ten’ de la escultura de todos los tiempos

Presencia en el espacio desde los orígenes del arte, la escultura nos lleva desde las armas primitivas hasta la representación divina, con la energía de un mundo que acaba por hacerse más real –e ideal– que la realidad, entre el equilibrio y la pesadumbre del dolor, del juego a la culpa en sus formas intemporales y perfectas

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María Magdalena penitente

DONATELLO. 1453–1455. Madera

Museo dell’Opera del Duomo, Florencia

Esta Magdalena, que lleva el abrigo de sus propios cabellos, parece un hombre. Fue tallada en madera por Donatello, el escultor más fino del Quattrocento, saliéndose adrede del estereotipo de la santa como mujer seductora. Aquí es una ermitaña penitente, obsesionada con el hijo de Dios. Si nos acercamos a su rostro demacrado y miramos bien tras sus pómulos hundidos, encontraremos los ojos que siguen amando a Cristo, su maestro.