Grant Dalton
Grant Dalton, consejero delegado del Emirates Team New Zealand, el equipo ganador de la última edición de la Copa del América y el encargado de organizar la actual.
ENTREVISTA A GRANT DALTON

“El turista de la Copa del América no se queda cuatro horas ni a pasar la noche”

Cuando se le pregunta por los nervios, el consejero delegado del Emirates Team New Zealand, Grant Dalton, dice que solo se tienen que preocupar por ganar la final. Su equipo, encargado de organizar la edición de este año de la Copa del América al haber ganado la anterior, se enfrenta a la posibilidad de llevarse por tercera vez el histórico trofeo y lo harán en aguas barcelonesas. Fue aquí donde el deportista y empresario neozelandés escogió instalarse hace dos años, una oportunidad que las administraciones de la ciudad aprovecharon para revivir el espíritu olímpico, aunque fuese una competición poco, o nada, conocida entre los locales.

Dalton (Auckland, 1957) ha dedicado toda su vida a la náutica, empezando a navegar con tan solo ocho años. En el proceso de selección de una nueva sede para la regata, pensó en los Juegos Olímpicos de 1992, por cómo brilló la capital catalana, pero también porque ese fue el mejor año para la vela de Nueva Zelanda, que se llevó cuatro medallas. Su primera vez en Barcelona fue hace más de veinte años, con The Race, conocida como la Regata del Milenio, una competición que salía desde la ciudad para dar la vuelta al mundo, acabando en Marsella. Aquella vez su equipo fue el que quedó primero, tras completar la ruta en 62 días.

— ¿Estáis preparados para ir a por vuestra tercera Copa del América?

— Nunca sabes cuál va a ser el resultado. No será fácil, eso seguro. Nunca antes ningún equipo ha ganado la Copa del América tres veces seguidas. Los estadounidenses retuvieron la jarra de las 100 guineas durante 132 años y lo hicieron bajo el mismo club náutico, pero siempre fue con un equipo diferente. Así que ningún equipo ha sido capaz de ganarla tres veces consecutivas. Solo dos equipos han intentado ganarla tres veces recientemente. El suizo Alinghi y el estadounidense Oracle, que fue derrotado por nosotros.

— ¿Por qué?

— Hay muchas razones para ello. Una de ellas es que, después de varios años, los equipos pueden volverse un poco autocomplacientes, pierden el hambre, dejan de innovar… Pasan a estar menos preparados para asumir riesgos. Es comprensible porque, cuando no tienes el trofeo, arriesgas para ganarlo. Por eso, nosotros hemos aprendido de todo esto y no nos vemos como el defensor de la Copa del América, sino que decimos que queremos ganarla.

— ¿Barcelona ayuda?

— Cuando miro atrás y me remonto a hace dos años, cuando vinimos aquí por primera vez, no tengo ninguna duda de que fue la decisión correcta elegir Barcelona. El Ayuntamiento, la Generalitat, el Gobierno y el puerto han hecho todo lo que hemos necesitado para organizar el mejor evento posible. Así que no me arrepiento en absoluto. Más bien todo lo contrario. Probablemente, ha sido la mejor decisión que he tomado.

A menos de un mes de que todo empiece, ¿cómo está la cosa?

— La competición estará lista, también la infraestructura. Esto quiere decir el nuevo Port Olímpic, pero también todo el trabajo que ha realizado el puerto que está a punto de acabar. Y la parte baja de la Rambla también está acabada para la Copa del América, por lo que todo hace pensar que será un evento brillante.

— ¿Todo esto facilita que la regata repita en Barcelona en una nueva edición?

— La verdad es que sí. Todos los equipos están muy contentos aquí. Es un lugar fácil para vivir. La sanidad es, probablemente, la mejor que haya visto en todo el mundo. La educación es excelente. Es una ciudad icónica. Todos los ingredientes están ahí. Eso sí, creo que Barcelona recibirá competencia de otras ciudades porque se ha visto lo que se puede hacer y el éxito que se ha conseguido. Habrá un proceso, pero, sin duda, Barcelona empezará en la pole position, en el puesto número 1.

— ¿Cómo ha sido captar financiación aquí?

— La financiación ha sido más fácil, nunca es fácil, pero ha sido más fácil de conseguir desde que nos mudamos a España y Europa. Con el huso horario de la televisión, por ejemplo, ahora se llega a una base masiva de espectadores.

Copa América de Vela
El trofeo histórico por el que competirán en Barcelona los equipos de la Copa del América. © María Muiña – Sailing Shots

— ¿Qué le diría a los que protestan contra la celebración de la regata en Barcelona?

— Ha habido pequeñas protestas, pero han sido variadas, así que no creo que sea correcto decir que se dirigen directamente contra la Copa del América. Van en contra del exceso de turismo, el capitalismo, la Fórmula 1, el Mobile World Congress… Es decir, creo que solo somos los siguientes. La gente tiene todo el derecho a tener su opinión y a protestar. Mi límite se cruza cuando causan daño, un daño intencionado, y esto ha ocurrido. Ahí es donde creo que se llega demasiado lejos, y hemos tenido vandalismo en superyates, en nuestra tienda y en un reloj con una cuenta atrás para la regata que pusimos con Cupra en la playa. Esto es ya demasiado. Es deliberado y lo hacen personas que no respetan la propiedad de los demás.

— También se critica que la Copa del América tensará más una ciudad con demasiado turismo.

— Personalmente, entiendo las protestas contra el turismo que viene solo cuatro horas, estresa la infraestructura, aumenta el precio de los apartamentos en el centro de la ciudad y luego, simplemente, se va. Lo veo claramente ahora que vivo aquí y simpatizo con los que protestan, pero no creo que acabe cogiendo una pancarta y me manifieste por la calle. La diferencia con el turista de la Copa del América es no se queda cuatro horas ni pasa la noche. Viene ocho o diez días para ver parte de la competición. Incluso puede que se vaya de Barcelona y visite otras partes de España y Catalunya, pruebe su vino y gastronomía. Por eso, no ejercen la misma presión sobre el espacio. Está claro que son turistas y que, si estás en contra de que cualquier turista venga a la ciudad, nunca ganarás esa discusión. Pero sí que proporcionan un perfil bastante diferente.

“La gente tiene todo el derecho a protestar. Mi límite se cruza cuando causan daño, un daño intencionado. Ahí es donde creo que se llega demasiado lejos. Es deliberado y lo hacen personas que no respetan la propiedad de los demás”

— ¿Qué quedará en la ciudad tras la competición?

— Alguno de los legados hubieran acabado pasando igualmente, pero la Copa del América los ha acelerado. El Port Olímpic tenía que revitalizarse, pero nuestra llegada, y así pasa en cualquier sitio a donde vayamos, ha hecho que ya esté terminado. Si no, hubiera tardado años. Nuestra aportación es que los proyectos de ciudad, particularmente en la costa, se ponen en marcha más rápido. También creo que otro legado será que la ciudad se volverá hacia el mar. Antes de los Juegos Olímpicos, no lo hacía y eso se debía a la contaminación. ¡Imagínate, una de las ciudades más importantes del Mediterráneo! Las Olimpíadas cambiaron eso y ahora esperamos que la Copa del América traiga a la gente de regreso al agua, al mar.

— ¿Qué tienen de bueno las playas de Barcelona?

— Una de las grandes cosas de Barcelona, ​​no es así ni siquiera en Auckland, es la proximidad a las playas del campo de regatas. El agua es muy profunda muy cerca de la playa y, además, el viento predominante sopla hacia la costa. Lo que nos permite acercar mucho los barcos mientras navegamos, haciéndolos más visibles para la gente. La playa es nuestro estadio. La verdad es que, cuando valoré Barcelona como sede, esto fue una gran sorpresa.

Emirates Team New Zealand Barcelona
La competición llegará a la ciudad a partir del 22 de agosto y se alargará hasta finales de octubre, con las regatas pudiéndose ver desde su frente marítimo.

— ¿A cuánta gente esperáis?

— Creo que lo que podemos poner sobre la mesa es lo que pasó en Valencia, donde se registraron dos millones más de visitantes.

— ¿Sería posible tener un equipo español de cara a la próxima edición?

— Aquí tengo que decir que el deporte olímpico de mayor éxito para España es la vela y pocos son conscientes. Existe una cultura muy fuerte, pequeña pero muy fuerte. Hace unas semanas, la selección española ganó la prestigiosa regata SailGP. De hecho, ganaron a mi equipo. Este es el de nivel que hay. En ese sentido, para que haya un equipo español en la Copa del América, tiene que haber una persona que dé un paso adelante y diga, voy a organizar esto. Si alguien lo hace, entonces el Emirates Team New Zealand lo respaldará. Hay que tener en cuenta que es bastante difícil empezar de cero. Es como intentar crear un equipo de Fórmula 1 de la nada. Necesitas la ayuda de otro equipo. Si la Copa del América se queda en España, en Catalunya, en Barcelona, y esa persona da un paso adelante podrá contar con el apoyo de mi equipo.

“Creo que podemos esperar aquí algo similar a lo que pasó en Valencia, donde se registraron dos millones más de visitantes con la celebración de la Copa del América”

— ¿Ya hay algún plan?

— Se está hablando de ello, pero no directamente con nosotros. También tengo que decir que, si no ganamos, todas estas apuestas se cancelarán, así que la clave ahora es centrarnos en quedar primeros.

— ¿Algo más que dejará la regata en la ciudad?

— Para mí, lo más interesante es el crecimiento de la náutica juvenil y lo hemos visto cuando viajábamos por la costa catalana con el trofeo. Si tuviera que elegir un legado, sería que esperamos dejar un interés por el deporte para que los niños no estén en sus habitaciones jugando a videojuegos sino en el agua, en la playa, en un club náutico.

Grant Dalton
Grant Dalton, en una fotografía de archivo.

— Precisamente, su primer recuerdo con la Copa del América es de cuando era muy pequeño. 

— Cuando tenía 10 años, en el colegio, nos obligaron a dar un discurso delante de toda la clase. Ya sabes, es tu primer discurso y estás muy nervioso. Lo hice sobre la Copa del América y, aún hoy, muchos, muchos años después, todavía puedo recordar casi todo el texto porque me lo aprendí de memoria. Ese fue mi primer contacto con la competición.

— ¿Por qué la Copa del América?

— Porque mi amor por la navegación, incluso cuando tenía 10 años, ya era muy fuerte. Además, la Copa del América representaba la cumbre de este deporte por aquel entonces y sigue siendo así. Elegí la Copa del América para ese discurso porque, sin darme cuenta, era a lo que aspiraba en mi navegación. Ni en un millón de años podría haber sospechado que, mucho tiempo después, la habría ganado dos veces.

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