El Hotel Intercontinental Barcelona acaba de celebrar su primer aniversario. En sus doce primeros meses de apertura, el establecimiento ha registrado un comportamiento desigual en cuanto a ocupación, pero ahora ya ha alcanzado la velocidad de crucero —con una ocupación media desde mayo del 74%— y sus previsiones son optimistas, especialmente en lo que se refiere a la recuperación de la actividad de congresos e incentivos, que es su punto fuerte.
Ubicado en la confluencia de las calles Rius i Taulet y Lleida, en Montjuïc, el antiguo Hotel Fira Palace, posteriormente reconvertido en Crowne Plaza, renació en octubre de 2021 como Intercontinental Barcelona, posibilitando que esta marca hotelera de referencia internacional desembarcara en la ciudad e incrementara su oferta de establecimientos cinco estrellas. El proceso de reapertura acaba de culminar con la última actuación prevista en el proyecto de remodelación del complejo: la construcción de un jardín y un huerto urbano en su patio interior que ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados. Con esta obra, la inversión acumulada en el nuevo Intercontinental asciende a 20 millones de euros, según explica a The New Barcelona Post el director del hotel, Enrique Escofet.
El nuevo jardín del Hotel Intercontinental Barcelona se ha construido encima del techo de las salas de convenciones del establecimiento y persigue una triple finalidad. La cubierta vegetal que se ha instalado sobre los cuatro salones de reuniones se traducirá en un ahorro energético del 30%, ya que en verano será necesaria una menor refrigeración de las salas y en invierno se requerirá de menos calefacción. “El jardín crea una capa térmica que supone un ahorro directo en la factura eléctrica”, destaca Escofet.
En segundo lugar, se mejora notablemente la estética del hotel, ya que se ha sustituido un grisáceo patio interior por un vistoso jardín de cuyas vistas se benefician tanto los vecinos como los huéspedes de las habitaciones del establecimiento. Finalmente, este proyecto contribuye a incrementar la biodiversidad urbana y está en línea con el plan municipal para llenar de verde las azoteas de los edificios. Dotado de riego por goteo y con una singular iluminación nocturna, en el jardín se han plantado exclusivamente plantas mediterráneas y se han instalado también unos hoteles de insectos para favorecer esta diversidad.
Una parte del proyecto la ocupa un huerto urbano en el que este verano se han cultivado ya tomates, berenjenas, lechugas, coles kale y diferentes plantas aromáticas. Estas hortalizas abastecen al restaurante gastronómico del hotel, Quirat, dirigido por el chef Víctor Torres. Asimismo, las plantas aromáticas se utilizan en Gebre, la coctelería del establecimiento.
“Este jardín nos llena de satisfacción y estamos muy contentos de como ha quedado la obra, que es lo último que nos faltaba para culminar el proyecto de reapertura y reposicionamiento del hotel, con una inversión acumulada de 20 millones de euros”, afirma Escofet. Esta inversión ha sido ejecutada por la empresa propietaria del inmueble, Diagonal Plaza, perteneciente a dos familias barcelonesas.
Según el director del Intercontinental Barcelona, los tres primeros meses de 2022 fueron muy duros, con ocupaciones mínimas del 20%. Sin embargo, a partir de Semana Santa la actividad del hotel fue animándose y, desde mayo, el establecimiento registra ocupaciones medias de entre el 72% y el 74%, con puntas que alcanzaron el 80% en los meses de julio y agosto. Escofet se muestra también optimista con la recuperación de la actividad de congresos y presentaciones de empresas: “Somos muy fuertes en este segmento y hemos casi recuperado los niveles prepandemia; estamos sólo un 10% por debajo de 2019, que fue un año récord para el antiguo Crowne Plaza, pero ahora la calidad de nuestras instalaciones y servicios es muy superior, hemos dado un gran salto cualitativo”.
Presentaciones de coches, formaciones internas, congresos, ruedas de prensa, galas de celebración, entregas de premios, viajes de incentivos… a lo largo de los últimos doce meses el Intercontinental Barcelona ha acogido todo tipo de eventos, de empresas de múltiples sectores, como el tecnológico, financiero o farmacéutico. Recientemente, Airbus ha celebrado su conferencia europea en el hotel, que es también el establecimiento habitual de muchos de los equipos de fútbol que visitan la ciudad, como el Inter de Milán o el Atlético de Bilbao, dos de los huéspedes más recientes.
También es habitual que se alojen en el hotel los cantantes y grupos de música que actúan en el Palau Sant Jordi o en el Estadio Olímpico Lluís Companys. “Hay que tener en cuenta que tenemos las habitaciones de hotel más amplias de Barcelona; la más pequeña tiene 42 metros cuadrados”, señala Escofet. El pasado mes de junio se estrenó, además, la renovada suite presidencial, de 170 m², que ha sido ocupada ya unas 20 veces a lo largo de estos cinco meses.
El 85% de los huéspedes del Intercontinental Barcelona son extranjeros, especialmente británicos, americanos, de Oriente Medio y de países europeos como Francia. “A pesar de que la ciudad sufra problemas como una mayor delincuencia y niveles de suciedad, Barcelona sigue atrayendo muchísimo al cliente internacional, que sigue confiando en esta plaza y se siente atraído por su gastronomía, por el mar o por la arquitectura de Gaudí. Barcelona tira mucho y confiamos en que se consolidará el actual ritmo de recuperación”, considera Escofet.
Con un total de 273 habitaciones, este cinco estrellas emplea a 200 personas y su tarifa no baja de los 310 euros por noche. Desde este mes, el hotel, que cuenta con uno de los mayores spa de la ciudad, debe competir con otro establecimiento de lujo recién inaugurado en la ciudad que también pone el foco en los congresos y convenciones, el Sofitel Skipper Barcelona. “Es muy bueno para Barcelona que lleguen nuevas marcas de prestigio internacionales, nos ayuda muchísimo a todos, porque contribuye a posicionar a la ciudad en el mundo y permite incrementar el nivel de la planta hotelera”, subraya el veterano gestor.
La empresa Diagonal Plaza, dueña del hotel, lo explota en régimen de franquicia, es decir, paga un fee anual al gigante hotelero mundial IHG Hotels & Resorts por el uso de la marca Intercontinental. “Es muy difícil que una marca de lujo como Intercontinental firme contratos de franquicia, no es nada habitual. Pero con esta misma fórmula logramos que el antiguo Crowne Plaza de Barcelona fuera el mejor de Europa y ahora nos proponemos hacer lo mismo con esta nueva enseña”, concluye.
