Ecosistema emprendedor

Circoolar: la marca de ropa de trabajo sostenible que viste a ISDIN y Uriach

La compañía barcelonesa ha conseguido sumar a destacados clientes en dos años de vida con una fórmula que se basa en ofrecer textil corporativo ecológico y reciclable

Menos del 1% de la ropa que utilizamos se recicla en nuevas prendas de vestir, lo que acaba generando un elevado número de residuo textil que daña de forma notable a nuestro planeta. La culpa de esta impactante cifra la tiene la producción en masa y poco ecológica de las grandes firmas, pero también el auge del consumismo en gran parte del mundo y la falta de servicios de reciclaje.

La problemática se agrava en el caso de la ropa de trabajo. Casi un tercio de la población activa en España viste alguna prenda de uniforme. Este tipo de textil aún es más difícil de reutilizar en la confección de otras prendas a causa de la presencia del logo corporativo o de la propia composición de la pieza, hecha en la mayoría de los casos a partir de materiales contaminantes.

Todo ello acaba resultando en un caldo de cultivo que dificulta enormemente la circularidad de la ropa, es decir, que pueda reutilizarse en otras prendas para así reducir el impacto negativo que genera sobre el medio ambiente. La ONU ya advirtió en 2018 que la industria textil era la segunda más contaminante del mundo y que, si no se tomaban medidas podría llegar a representar una cuarta parte del presupuesto del carbono mundial para 2050.

Por todo ello, y siendo conscientes del auge en materia de consciencia medioambiental que ha experimentado nuestra sociedad en los últimos años, Celina Tamagnini y Luís Ribó fundaron en Barcelona a finales de 2019 Circoolar, una empresa que se dedica al diseño y comercialización de ropa laboral sostenible. En dos años de vida, ha sumado como clientes a ISDIN, Uriach, Sorigué y Consum. La entidad también ha firmado un convenio de colaboración con el Gremi d’Hotels de Barcelona y la Asociación de Restaurantes Sostenibles, a través del cual ofrece sus productos a las compañías que forman parte de ambos grupos y ayudan a sensibilizar a sus miembros ofreciendo cursos sobre sostenibilidad.

Un delantal corporativo hecho por Circoolar.

Su fórmula se basa en ofrecer todo tipo de prendas corporativas sostenibles, desde uniformes hasta merchandising o mascarillas. Circoolar confecciona las piezas con materiales ecológicos —fabricados a partir de residuos, tejidos orgánicos o excedentes textiles— y locales —el 91% de la materia prima que utilizan es de origen nacional—. Todo, con el objetivo de generar el mínimo residuo posible en su producción, para que luego sus piezas puedan convertirse en otras de nuevas. Es lo que sus fundadores llaman “ropa circular”. La vida útil de las prendas es de año y medio, aunque esta estimación está sujeta a muchos factores, como por ejemplo el tipo de trabajo en que se utiliza.

La producción de los encargos pequeños la llevan los talleres sociales de la Fundació Ared —que pone el foco en las personas con riesgo de exclusión social—, la Fundació Roure —dedicada a gente mayor y familias— y Vayatela Taller —una cooperativa de mujeres de Murcia—. El 10% de los beneficios de Circoolar recae en todos ellos. Para las producciones de mayor calado trabajan con entidades de Portugal y Marruecos. Tamagnini y Ribó también ofrecen a sus clientes la posibilidad de que les traigan sus antiguos uniformes laborales para que sean convertidos en fieltro, material con que elaboran productos de merchandising.

Funda para portátil elaborada a partir de fieltro reciclado de un uniforme que había quedado obsoleto.

Circoolar arrancó hace dos años con 30.000 euros de capital propio. En julio de 2020 hicieron una ronda de inversión de 200.000 euros. Ese año vendieron más de 30.000 unidades y cerraron el ejercicio con una facturación de 156.000 euros. Este 2021 esperan repetir la misma cifra de ingresos.

Esperan el futuro esperanzados, sabiendo que el factor sostenibilidad es cada vez más importante para la sociedad, y por ende para las compañías. “Por suerte, términos como circularidad empiezan a formar parte del vocabulario de cada día más empresas que desean formar parte del círculo y generar un impacto positivo en su entorno”, comenta Ribó. “En Circoolar convertimos un problema en una solución que tendrá un impacto positivo para el planeta y también en los grupos de interés de las compañías que apuesten por esta solución de branding sostenible”, resume.

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Publicado por
Maria Rabella

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