Aena y Vueling presentan un plan piloto conjunto para implantar un sistema de reconocimiento facial de viajeros que es el primero de Europa que integra todas las fases hasta el embarque. Estará a prueba seis meses y, en caso de éxito, se irá extendiendo al resto de vuelos y en toda la red de aeropuertos.
La puerta B35 del Aeropuerto de Barcelona ya funciona con reconocimiento facial.
Un paso más hacia la modernidad. Una de esas ocasiones en que la tecnología aplicada a situaciones cotidianas evidencia un avance importante. Esto es lo que se ha visto este miércoles en la terminal más moderna del Aeropuerto de Barcelona-El Prat: un proceso de embarque realizado, íntegramente, por la cara.
Y es que la T1 se ha convertido en el primer edificio aeroportuario de Europa donde se puede realizar un proceso de embarque integral utilizando únicamente el reconocimiento facial. El sistema, proyecto conjunto de Aena y Vueling, está en fase piloto. Por el momento y hasta junio de 2022, se realizará exclusivamente en la línea Barcelona-Málaga, que la aerolínea, principal transportista del aeropuerto, opera hasta nueve veces al día.
Desde ahora, la puerta B35, situada en la parte central del edificio, se dedicará de manera prioritaria al embarque de los Airbus de Vueling con destino al principal aeropuerto andaluz, pues allí se han instalado todos los sistemas necesarios para la identificación de los pasajeros mediante reconocimiento facial y el mecanismo que permite el paso del viajero una vez está aprobado su embarque.
En Madrid y Menorca
Este ultimo paso, el del sistema integrado en la puerta de embarque, también se ha puesto a prueba en dos aeropuertos de la red de Aena: Madrid y Menorca. Como en el caso de El Prat, en ambos casos su uso se ha limitado a vuelos muy determinados en fase de pruebas. La diferencia con Barcelona estriba en que el reconocimiento facial no solo se aplica en el momento exacto antes de llegar al avión, sino que es integral: desde la llegada a la T1 hasta acomodarse en la butaca asignada para el vuelo.
El sistema, creado por cinco firmas tecnológicas para la operadora aeroportuaria y la compañía aérea está basado en una tecnología de identificación a través del reconocimiento de las características físicas e intransferibles de las personas.
Los equipos de sistemas biométricos se han ubicado en el gran hall de salidas, permitiendo autofacturar el equipaje. Otros se han instalado en el acceso al filtro de seguridad y ya en la llamada zona aire se han ubicado en la puerta de embarque, donde se validarán los datos biométricos del pasajero, uniendo la imagen de su cara o rasgos faciales a la documentación, que puede ser DNI o pasaporte. Con esto, de acuerdo con la información de Aena, usando su aplicación se agiliza el proceso y se aumenta la seguridad desde que el viajero se registra online en su casa hasta que coge su vuelo.
Por otro lado, la validación de documentación con datos biométricos se realiza una única vez durante el programa piloto, siempre que el pasajero dé su consentimiento para que así sea en vuelos posteriores.
Operador y operadora
“Este proyecto está enmarcado en el Plan Estratégico de Innovación de Aena. Es el último paso de un conjunto de actuaciones lideradas por la compañía desde principios de 2019 y dirigidas a probar el uso de sistemas biométricos en distintos puntos del aeropuerto”, explica Amparo Brea, directora de Innovación, Sostenibilidad y Experiencia Cliente de Aena. “Estamos convencidos de que esta tecnología supondrá una importante mejora de la experiencia del pasajero en nuestros aeropuertos y proyectos así nos permiten avanzar en su despliegue. Ponemos a disposición de los pasajeros herramientas que permiten adelantar parte de las comprobaciones de documentación que se realizan actualmente en los trámites aeroportuarios, para que su paso por el aeropuerto resulte más seguro, fluido y cómodo”, concluye.
Por parte del operador aéreo, Calum Laming, Chief Customer Officer de Vueling, se muestra satisfecho ante el hecho de que la aerolínea basada en Barcelona se haya convertido en la primera de Europa en ofrecer una experiencia completa de viaje sin contacto gracias al uso de la tecnología biométrica. “Poder ofrecer una experiencia biométrica tan completa confirma nuestra voluntad de mejorar la experiencia de nuestros clientes en el aeropuerto y, además, favorece un flujo mucho más ágil y moderno”, considera Laming. “Este es un proyecto que tiene un elevado componente tecnológico, elemento clave en Vueling Transform y en nuestra estrategia de digitalización para mejorar el servicio y para que los clientes puedan gestionar con mayor autonomía y flexibilidad su vuelo”.
Cinco firmas tecnológicas
Las socias de Vueling y Aena en este proyecto de reconocimiento facial son cinco:
Parte del futuro del transporte aéreo ya ha llegado a Barcelona. De momento ha entrado y dado sus primeros pasos por la puerta B35 de la mano de Aena y Vueling, con quienes ya se puede volar por la cara.
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